La patronal tinerfeña pide consenso a los sindicatos contra la economía sumergida
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en Santa Cruz de Tenerife admitió este miércoles “la amplitud de los efectos perturbadores” que ocasiona la economía sumergida y se mostró partidaria de abordar el problema, pero desde el consenso con los agentes sociales y no con “iniciativas aisladas”, como atribuyó a Comisiones Obreras.
Desde la patronal tinerfeña acusaron a CCOO de abordar este problema “sin rigor técnico, de manera unilateral, y al margen del diálogo y la concertación social”, después de que el sindicato haya habilitado una página en Internet (www.economiasumergida.es) en la que se pueden realizar denuncias anónimas sobre situaciones de economía sumergida y empleo irregular. Esta iniciativa excede “el marco de actuación” del sindicato, denunciaron desde la CEOE tinerfeña, que reclama “la necesaria coordinación entre todos los agentes sociales comprometidos con este gran reto, ya asumido en la concertación social”.
Los efectos de la economía sumergida son importantes y por eso también es importante que “las orientaciones de política económica se basen en indicadores que se ajusten más fielmente a la realidad”, para evitar “divergencias entre los objetivos perseguidos y los resultados obtenidos”, argumentan los empresarios.
Definir el concepto
El análisis del alcance de la economía sumergida, según la patronal, “debe ser especialmente riguroso desde el punto de vista conceptual y metodológico”, y para ello es necesario “concretar la definición que finalmente se adopte” porque no siempre se refiere al mismo concepto.
Agregan los empresarios que hay que separar los conceptos de economía sumergida y de empleo irregular, y no se deben incluir en el estudio “las actividades ilícitas, por exceder de la competencia del sector empresarial” al que representa la CEOE tinerfeña. Los empresarios se comprometieron a colaborar “exclusivamente, en el afloramiento de las actividades económicas que, siendo legales, se ocultan a las autoridades públicas”.
A su juicio, “la economía sumergida está presente en mayor o menor medida en todas las economías del mundo” y plantea problemas de diferente naturaleza. Entre esos problemas, la CEOE citó la afectación a las finanzas públicas, los problemas de información y el empleo irregular, así como la desigualdad entre agentes económicos, porque los que respetan la legalidad asumen unos costes mayores, lo que afecta a la competencia.
Cualquier aproximación a la economía sumergida en Canarias debe abordarse “desde todos los enfoques posibles, incluida la información de carácter cualitativo que permita identificar fenómenos, procesos y comportamientos de naturaleza jurídica, y económico-mercantil”, lo que requiere consultar a expertos que complementen la estimación directa. La CEOE de Tenerife pidió analizar “desde una óptica económica y jurídica conjunta las actividades de economía sumergida”, así como “los factores económicos, socioculturales, institucionales y estructurales” que alientan su pervivencia.
Las soluciones que se adopten deben ser “fruto del consenso entre todos los agentes sociales” en el marco de la concertación social.