Los obstáculos que frenan la instalación de placas solares en la capital canaria con más espacio para el autoconsumo

Las Palmas de Gran Canaria es la ciudad con mayor potencial del Archipiélago para la instalación de energía solar. El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) calculó en la Estrategia de Autoconsumo Fotovoltaico de Canarias (2019) que en la urbe se podrían instalar 144,9 megavatios (MW), el 30% de toda la isla de Gran Canaria, pero el mismo documento indica que la urbe contaba con solo 1,7 MW destinados a este fin. Si se añaden los paneles que se vierten a la red, situados tanto sobre cubiertas o en tierra, la cifra asciende hasta los 11,4 megavatios en 434 instalaciones, según datos provisionales de la Consejería de Transición Ecológica del Ejecutivo regional.

Aunque la ciudad aún está lejos de alcanzar todo su potencial en autoconsumo, que cubriría el 44,3% de la cobertura con renovables, cada vez se ven más placas solares en la urbe. Transición Ecológica explica que Las Palmas de Gran Canaria cerró 2020 con una potencia total de 9,73 MW nominales y a lo largo de este año se han censado 137 nuevas instalaciones fotovoltaicas, con las que sumaron otros 1,4 MW. 

Para fomentar la instalaciones de placas solares de autoconsumo, el ayuntamiento anunció en septiembre del año pasado un descuento del 50% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) durante tres años, hasta un máximo de 6.000 euros. “Las Palmas de Gran Canaria tiene una situación geográfica privilegiada para disfrutar de la energía solar para el autoconsumo ya que tenemos más de 4.800 horas de sol al año”, anunció el alcalde Augusto Hidalgo.

El gobierno municipal (PSOE, NC y UP) indica que hasta el pasado 17 de noviembre se han recibido 66 peticiones, de las cuales se ha resuelto 27 favorablemente; 22 están pendiente de documentación o del informe del Servicio de Edificación y Actividades, mientras que 16 han sido desestimadas por no aportar la documentación requerida. El escaso número de solicitudes tramitadas se debe, en parte, a la burocracia de la propia bonificación y a la barrera que impone una ordenanza municipal de 2009.

En concreto, las exigencias abarcan desde la presentación de un proyecto redactado por un técnico a un certificado de solidez que deben estar visados por el Colegio Oficial de Arquitectos. Esto supone un desembolso adicional que incrementa el gasto de la instalación. La referencia es que cada kilovatio (KW) instalado ronde los 1.000 euros, que se puede incrementar por el tipo de tejado o la conexión al cuadro eléctrico general y para una vivienda, donde lo usual es que se cubra la demanda con entre 2 y 4 KW.

Todo ello incrementa el tiempo y los trámites que conlleva la instalación de placas fotovoltaicas, que normalmente supone entre dos a cuatro meses, desde que se contrata a una empresa instaladora hasta que la obra queda registrada en el Gobierno de Canarias y puede entrar en funcionamiento. El principal problema surge si el usuario quiere obtener compensaciones por verter su energía excedentaria a la red, pues los tramites pueden alargarse más de un año.

Fidel Cabrera, coordinador local de la cooperativa Som Energía en Gran Canaria, recuerda que en 2009 “las condiciones eran diferentes, no existía el real decreto de autoconsumo, se consideraba que una instalación se ponía para vender energía a la red”. Se refiere a la normativa que regula las placas solares, que es de creación reciente: el Real Decreto 15/2018 y, sobre todo, el RD 244/2019, que reconocen al autoconsumo como un elemento fundamental en la descarbonización en España y, entre otras acciones, simplifican los trámites administrativos.

En la práctica, Cabrera dice que “no es necesario un proyecto de un ingeniero, simplemente basta con el certificado correspondiente, con su memoria técnica y con eso debería ser suficiente para activarla”. Por ello, considera que “el Ayuntamiento debería revisar eso si quiere favorecer estas instalaciones, porque piden mucha documentación que no tendría que ser necesaria para un descuento en el IBI y encarece el proceso. No son instalaciones industriales ni grandes”.

Para incentivar las renovables en la ciudad capitalina existe desde 2008 la Agencia Local Gestora de la Energía de Las Palmas de Gran Canaria, un órgano dependiente en la actualidad de la Concejalía de Sostenibilidad Ambiental. Para ello, según su página web, trabaja en la sensibilización sobre el uso racional de la energía, la promoción de fuentes limpias, la puesta en marcha de políticas y actuaciones de eficiencia o impulsar las instalaciones renovables en dependencias municipales.

Entre sus últimas acciones, destaca la instalación de dos bancos alimentados con energía solar en parques municipales o la difusión de las iniciativas de la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias sobre las ayudas para instalar renovables. Dirigida por la presidenta Belén Hidalgo, concejala de Sostenibilidad Ambiental) y el vicepresidente Mario Regidor, concejal de Administración Pública, cuenta con una plantilla de cuatro personas: un administrativo, dos técnicos y un gerente. Esta última plaza permanece vacante desde mayo de 2020.

Desde la oposición en el ayuntamiento se ha criticado en reiteradas ocasiones a esta agencia. Ciudadanos ha reclamado incluso su disolución al asegurar que “tan solo ha ejecutado 2.800 de un total de 201.700 euros” de su presupuesto destinado a inversiones hasta octubre de 2021. Además, el partido ha señalado que sus fondos totales se han reducido desde más de 1 millón de euros hasta los 590.000 actuales, los cuales se revierten en un 64% al pago de gastos de personal y corrientes. Ello, a pesar de que “continúa sin haber contratado un gerente y está infradotado de personal”, ha remarcado la formación en un comunicado.

Dependencias municipales

Por sectores, en Las Palmas de Gran Canaria el residencial es el que más instalaciones de fotovoltaica podría albergar en función de la cobertura por demanda, con un total de 111,2 MW, seguido de las administraciones públicas (100 MW), según la Estrategia de Autoconsumo Fotovoltaico de Canarias. El industrial (90,1 MW)), comercial (72 MW), la hostelería (55,5 MW) y la agricultura (8,3 MW) cierran la lista.

El ayuntamiento indica que la potencia de las fotovoltaicas en las cubiertas de dependencias municipales es de 200 kilovatios, aproximadamente. Las instalaciones están ubicadas en el aparcamiento del Sanapú, junto al acuario Poema del Mar, el aparcamiento y el techo de las oficinas del Club Natación Metropole, que abastecen de renovables al Consistorio con 225.609 KW al año, y en las cocheras de Guaguas Municipales, que generan una producción anual de 14.000 KW anuales.

A estas instalaciones se sumarán unas placas en el aparcamiento intermodal del Cono Sur, junto al paseo Blas Cabrera Felipe, cuya adjudicación se anunció en octubre de este año. Además, el Consistorio añade que se colocarán paneles en el aparcamiento que se construirá junto al rectorado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y se sumarán más actuaciones en colegios ubicados en el Cono Sur con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). 

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