Doce muertos en un tiroteo en una base militar de EEUU
El presunto autor del tiroteo producido este jueves en la base militar de Fort Hood, en el estado norteamericano de Texas, no murió abatido durante el suceso, como previamente habían indicado fuentes oficiales, según indicó el portavoz del Ejército, el teniente general Robert Cone, en rueda de prensa.
El asaltante resultó herido durante el intercambio de disparos, en el que murieron al menos 12 personas, según explicó Cone, que señaló que dos de los fallecidos eran civiles y los restantes, soldados. Así, el supuesto autor de la masacre se encontraba en la noche del jueves en un hospital en condición estable.
Cone sí confirmó la identidad del sospechoso, Nidal Malik Hasan, de 39 años, y psiquiatra de profesión. Hasan, que ejercía en el Ejército e iba a ser destinado a Irak a finales de mes, sufrió durante el tiroteo varias heridas de bala.
“Los informes preliminares indican que se trató de un único asaltante que disparo un gran número de veces en el lugar”, indicó Cone. Inicialmente las autoridades interrogaron a otros tres soldados que posteriormente quedaron en libertad, añadió.
Causas en el aire
El portavoz militar explicó a la prensa que aparentemente fue una mujer, también oficial, la primera persona en sufrir los disparos de Hasan. Esta primera víctima se encontraba a última hora del jueves en un hospital donde precisó de una intervención quirúrgica.
Un primo del presunto autor, Nader Hasan, explicó en declaraciones a Fox News que su pariente sufría “acoso” por parte de sus compañeros. En este sentido, sospecha que el ataque no tuviese como objetivo el Ejército en sí, puesto que había luchado por pertenecer a esta institución.