El Cabildo de Lanzarote ha activado el Plan de Emergencias Insular (PEIN) en grado de “preemergencia” por el riesgo de contaminación marina por hidrocarburos en la costa de Órzola, después de que un atunero encallara esta madrugada en la zona de La Condesa. En un decreto emitido este mediodía por el presidente de la corporación insular, Oswaldo Betancort, se explica que las condiciones del buque y de la zona de encallamiento ''pueden suponer un riesgo grave e inminente para la biodiversidad marina, la salud pública y las actividades económicas costeras, incluyendo pesca y turismo''.
El episodio, subraya el documento, puede afectar a la flora y a la fauna de la Reserva natural Integral de Los Islotes y el Parque Natural del Archipiélago Chinijo. Además, insisten en que puede ''tener un impacto negativo sobre el sector turístico''.
Para prevenir daños ecológicos, minimizar el impacto sobre el sector turístico y proteger a la población, se han movilizado los recursos técnicos y humanos disponibles en la isla. La situación de preemergencia se ha declarado en la costa norte y este de Lanzarote y en el Archipiélago Chinijo desde este miércoles 10 de septiembre hasta que se resuelva la posible contaminación.
En el buque que ha encallado esta madrugada en Órzola viajaban cinco personas, entre ellas un menor. Viajaban descalzos, muy débiles y, según relataron a los servicios de traducción de la Cruz Roja, llevaban cuatro días sin comer. Los tripulantes han sido trasladados al Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Arrecife, donde permanecerán un máximo de 72 horas bajo la custodia de la Policía Nacional. Sobre el joven, fuentes del caso explican que aún se está determinando si se trata de un menor extranjero no acompañado.
Fuentes policiales han confirmado a este periódico que se trata de cinco migrantes y que uno de ellos ya había intentado llegar a España en otra ocasión. Fuentes de la Guardia Civil han confirmado a este periódico que permanecen investigando las causas del viaje.
En torno a las 9.00 horas, con los supervivientes ya desalojados, el barco ha comenzado a arder de forma descontrolada. Fuentes del Cabildo insular señalan que el fuego se originó porque el motor del barco estaba encendido.