“Como arena en el desierto’ es un disco sin dolor, pero con la aceptación de la existencia vivida”

El músico Carlos Catana durante una actuación.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

Es el disco “más profesional” de sus 38 años de carrera musical. El músico palmero Carlos Catana, al que el periodista José María de Paiz define como “un espíritu libre, alma de poeta y corazón de rock and roll”, presentó recientemente su último trabajo discográfico, que lleva por título Como arena en el desierto y que ha sido editado por el sello Los Ochenta Pasan Factura. “En la temática de la composición ya transmito madurez, y al componer junto a Marga Galván mi desarrollo armónico es mucho más rico”, ha asegurado en una entrevista con La Palma Ahora. “Es un disco sin dolor, pero con la aceptación de la existencia vivida”, añade Catana, que le dedica una canción a Leocadio Ortega, “el poeta de Barlovento que cayó al mar en la punta del muelle de Santa Cruz de La Palma”. “Es mi pequeño homenaje a su partida”, dice. 

-¿Qué significa este disco en su trayectoria musical? 

-En estos treinta y ocho años que llevo en la música pienso que es el trabajo más profesional que he hecho. En la temática de la composición ya transmito madurez, y al componer junto a Marga Galván mi desarrollo armónico es mucho más rico. He querido que mi sentimiento literario sea más libre y espiritual que en otras composiciones. Son textos de soledad, pero también de integridad personal, y cuando uno remueve el interior encuentra espíritu, y el espíritu es libre cuando se desliga de toda religión humana. El trabajo lo grabó Marcos Liviano en Little Forest Studio, el estudio de Pedro Andrea en Madrid. Marcos Liviano ha trabajado como ingeniero de sonido para Pedro Guerra, Ketama, Manolo Tena, etc. Y estar a sus órdenes es toda una experiencia de aprendizaje y dominio del micro. 

-¿A qué alude el título, Como arena en el desierto?Como arena en el desierto 

-Como arena en el desierto es una expresión de sentimiento de estar. Hay gente que se siente como pez en el agua. Yo me siento más como arena en el desierto, porque plasmo mi soledad existencial como un estado alterado de movilidad, nunca estoy en el mismo estado de gracia o desgracia, al ignorar las medidas del tiempo marcadas por un reloj uno nunca es el mismo en el espacio temporal de tiempo. 

-¿Qué mensaje contiene? 

-Mis textos son experiencias vividas. Intento desligarme de todas esas emociones que destruyen el deseo de cambio para encontrar un camino más libre. La canción del retrovisor es un homenaje a una de mis bandas favoritas, The Doors, grupo californiano de finales de los sesenta que tenía como vocalista y compositor al poeta Jim Morrison. La canción para Leocadio plasma la transmutación de un colega, Leocadio Ortega, poeta de Barlovento que cayó al mar en la punta del muelle de Santa Cruz de La Palma, yo solía hablar de poesía con él, es mi pequeño homenaje a su partida. Quise plasmarla sin tristeza, este disco es un disco sin dolor, pero con la aceptación de la existencia vivida. Todos los momentos son válidos si se busca aprendizaje. 

-Ha contado con la colaboración de músicos destacados 

-Los músicos que me acompañan son grandes profesionales. A la guitarra y trompeta está Pedro Andrea, que es la persona que ha desarrollado todo este trabajo, formó la banda, puso su estudio y llamó al ingeniero de sonido, aparte de estar en la producción. Ha sido guitarrista de Cómplices, Miguel Bosé, Luz Casal, Manolo García, etc. Tiene cuatro discos de platino como productor, dos con Miguel Bosé, y los otros dos con Luz Casal y Sergio Dalma. Al bajo David Elorriaga, bajista de Mecano, Tam Tam Go, Manolo Tena, José Mercé, etc. En la percusión y batería, Javier González, profesor de percusión de la Escuela de  Música de Ciudad Real y baterista actual de Pedro Andrea. Al piano, Marga Galván, con la que ya he grabado un disco anterior a piano y voz, profesora de piano de la Escuela de Música de La Palma. 

-El periodista José María de Paiz le definió como “un espíritu libre, alma de poeta y corazón de rock and roll”. Desde esa óptica ¿cómo contempla la sociedad actual? 

-La sociedad actual se aparta cada día más de las leyes naturales de la vida en este planeta. Hemos perdido el respeto al planeta. Mares contaminados, selvas destruidas, animales extinguidos. Soy vegetariano y tengo el mismo derecho a la vida que cualquiera de las gallinas que comparten mi espacio. Mira tú cómo son las cosas, el mundo del rock está lleno de veganos y vegetarianos. 

-¿La Palma está viva culturalmente? 

-La Palma fue una isla muy creativa. Teníamos cines, casi en cada pueblo, discotecas, bares para desarrollar música en directo. Ahora está de moda ir a un evento a tararear las canciones que ya conoce el público asistente, el culto al tributo extingue la creación y el arte sin vida no es arte, como diría mi amigo Mariskal Romero, más de cincuenta años de radio y música, tanto en España como en Latinoamérica, habrá que reeducar a toda esta peña de nuevo.

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