La 35ª edición del Festival Internacional de Música de Canarias (FIMC) se clausuró este viernes en La Palma en Teatro Circo de Marte con Las Rutas de la Esclavitud 1444-1888 de Jordi Savall, y su proyecto orquestal Hespèrion XXI. Fue un gran broche de oro musical que hizo vibrar al público asistente.
Los intérpretes de Las Rutas de la Esclavitud 1444-1888 y Jordi Savall recibieron una cerrada ovación con el público puesto en pie.
La singular espectáculo del violagambista y musicólogo catalán, interpretado por 30 artistas procedentes de México, Mali, Colombia, Madagascar, Venezuela, Marruecos, Brasil, Argentina, Venezuela y España, dirigidos por Savall, hizo un recorrido musical a través de cuatro siglos, inspirado en los cantos y bailes de los esclavos que, entre 1444 y 1888, salieron de África hacia América y las colonias europeas.
Las rutas de la esclavitud supone “una impagable contribución de carácter histórico, filosófico, sonoro, tradicional y plenamente moderno orientado a proponer un mundo mejor a través del conocimiento, la sensibilidad y la empatía hacia los pueblos oprimidos del mundo, que en este caso aparecen simbolizados por la ignominiosa práctica de la trata de esclavos negros”, según los organizadores del FIMC.