La Bajada de Las Nieves en un museo
Las piezas las conservaba “guardadas con esmero” en los armarios de su casa y ahora las ha donado al Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma para ser expuestas en lo que será el futuro Museo de la Bajada de la Virgen, una instalación que se proyecta en la casona de la Quinta Verde, en el barranco de Dolores. Víctor Lorenzo Díaz Molina, conocido popularmente como Sosó, tiene 72 años y ha bailado durante seis lustros Los Enanos, el número más singular y emblemático de las fiestas quinquenales de La Palma. “Me siento orgulloso de entregar esta ropa; la tenía planchada y guardada, y jamás se me hubiese ocurrido tirarla a la basura o usarla como disfraz de carnaval, como han hecho otros compañeros”, confiesa.
El Ayuntamiento de la capital palmera ha recibido las primera donaciones de particulares para el fondo del futuro Museo de la Bajada de la Virgen. Máscaras, vestuarios y complementos de la danza de Los Enanos conforman el núcleo embrionario de esta colección lustral. “Yo entendía que eran piezas de valor que había que conservar; le propuse al Consistorio donarlas y aceptó”, explica Sosó, quien ha aportado la indumentaria de la primera parte de la Danza de Enanos correspondientes a los años 1980 (Musulmanes), 1985 (Peregrinos), 1995 (Vikingos) y 2000 (Cardenales), además de los realizados en 1993 con motivo del V Centenario de Santa Cruz de La Palma: Viejos (correspondientes al año 1905) y Estudiantes (motivo del año 1955).
Sosó, un personaje entrañable de Santa Cruz de La Palma, nació el 5 de agosto, día de Las Nieves, y lleva la Bajada en la sangre. “En estas fiestas siento algo fuera de lo normal; yo hasta veo a la Morenita (a la Virgen) reírse cuando baja a la ciudad”, apunta. Las fiestas lustrales, añade, “deberían ser cada dos años para impulsar la economía” del municipio. El futuro Museo de la Bajada, en su opinión, “dará categoría a la ciudad y será clave desde el punto de vista turístico”.
Luis Martín Rodríguez, otro vecino de la capital, por su parte, ha cedido al Ayuntamiento cinco caretas de enanos realizadas entre los años 1945 y 1985 por su padre, el maestro artesano Félix Martín Pérez, conocido como Félix Castilla.
Las piezas fueron recibidas en un acto que ha contado con la presencia del alcalde de Santa Cruz de La Palma, Sergio Matos, el concejal de Cultura, Zacarías Gómez, y los representantes de los distintos grupos políticos. Matos ha destacado la importancia de estas aportaciones desinteresadas “por ser las primeras que se producen y por proceder de personas muy vinculadas a la participación y organización de las fiestas”, lo que, a su juicio, demuestra “el grado de vinculación, compromiso y generosidad que los ciudadanos de Santa Cruz de La Palma mantienen con la Bajada de la Virgen”.
Fiestas de Interés Turístico Nacional
Por su parte, Zacarías Gómez dijo que desde el Consistorio se pretende potenciar estas donaciones particulares para enriquecer el museo con el mayor contenido posible “ya que a nadie se le escapa que muchos ciudadanos particulares cuentan con un patrimonio lustral único”. “Lo que nos proponemos”, ha agregado, “es poner en valor y dar visibilidad a ese patrimonio, ya sea a través de su donación o de su cesión en depósito al museo, por supuesto con las mayores garantías de conservación y mantenimiento”.
Zacarías Gómez ha indicado que desde el ayuntamiento “se están dando los pasos necesarios para que otras administraciones públicas se impliquen a su vez en la puesta en marcha del Museo de la Bajada de la Virgen, tanto en su creación como en la propia promoción exterior de unas fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional”.
El responsable de Cultura ha destacado la labor del archivo municipal de Santa Cruz de La Palma en las tareas de catalogación y conservación de toda la documentación relativa a la Bajada de la Virgen en los últimos años, gracias a la cual se está llevando a cabo un importante trabajo de recopilación del material para el futuro museo.
El cronista oficial de Santa Cruz de La Palma, Manuel Poggio Capote, sobre la posibilidad de crear un museo de la Bajada de la Virgen, manifiesta que “es un recurso que sería positivo” para la ciudad. “La relevancia y el patrimonio que atesora esta fiesta podría conducir, por ejemplo, a que la capital palmera pudiera ser valorada como patrimonio inmaterial de la humanidad”, asegura. “Sin pecar de localista creo que es una de las celebraciones lúdicas más relevantes de cuantas tiene lugar en España”, afirma Poggio.