NC plantea reordenar y ampliar la zona de Patrimonio Histórico en el sector norte de la capital
La concejal de Nueva Canarias (NC) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, Maeve Sanjuán Duque, ha presentado al pleno del Consistorio una moción donde plantea acuerde un estudio para “la reordenación y posible ampliación de la zona de Patrimonio Histórico en el sector norte de la ciudad.
En concreto, propone que “bajo la coordinación del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, se constituya una Comisión formada por representantes técnicos del Ayuntamiento, de la Consejería del Patrimonio Histórico-Artístico del Cabildo Insular, representantes de todas las profesiones técnicas y artísticas enumeradas anteriormente, con participación de la Asociación del Casco Histórico, personas individuales que puedan aportar valiosas ideas para que estudien, aporten y den soluciones a las propuestas de este escrito, llegando a constituirse subcomisiones si fuera preciso.
El trabajo final, indica, “debe ser presentado a la ciudadanía de nuestro municipio no más tarde de dos años contados a partir de su constitución”
En la moción se indica que “el distrito que merece nuestra atención está perimetrado al Sur con la Calle Los Molinos (Baltasar Martín) desde la Avenida Marítima hasta la altura del Museo Insular; al Norte, por el extremo norte de la Explanada (Plaza de San Fernando), donde estuvo situada la puerta Norte de nuestra ciudad; al Este, por la Avenida Marítima y al Oeste, por parte de la Calle de El Tanque (A. Rodríguez López) desde la altura de los terrenos donde se construyeron las escuelas de los maestros destinados al Grupo Norte y la Calle de San Francisco, al Oeste de la Plaza Alameda y las viviendas de la Plaza de San Fernando”.
Apunta que “este estudio fue ya barajado por los primeros ayuntamientos democráticos surgidos de las elecciones habidas después de la transición, al igual que otros referidos a otros lugares del casco urbano del municipio”.
Añade que “empezando por la Plaza de San Francisco que conserva los rasgos arquitectónicos propios de las plazas del siglo XVII, la propia Parroquia de San Francisco, el Museo Insular (antiguo Convento) la capilla de la Venerable Orden Tercera y la Torre de la Iglesia, ha de quedar rematado ese conjunto por la recuperación de los antiguos jardines del Convento, terrenos de propiedad municipal donde están construidas las casas de los maestros con salida hacia la Calle de El Tanque”.
Los visitantes que accedan “al Museo Insular, especialmente turistas, podrán contemplar al salir de los jardines hacia la Calle de El Tanque, pequeños establecimientos destinados a talleres y venta de productos artesanales ubicados en las pequeñas casas de una planta situados en esa zona, y que son construcciones características surgidas alrededor de los conventos. Esto último y el destino que se les quiere dar, fue el motivo por el que fueron catalogadas en el vigente Plan General de Santa Cruz de La Palma, y que puede constituir un estímulo para el desarrollo económico de esa zona”.
Señala que “partiendo de la Plaza de San Francisco y por la calle del mismo nombre, desembocamos en la Plaza de la Alameda con la Fuente de piedra a un lado y la Cruz del Tercero al otro. Esa zona en su conjunto, hasta el Barco de la Virgen, debe ser objeto de una remodelación que conduzca a la estructura definitiva que ha de tener la Plaza dentro de los cánones presentes en las construcciones propias de los siglos XVIII y XIX y, en el caso concreto de la Plaza de La Alameda, su inserción con el Barco de la Virgen”.
A continuación del Barco, “independientemente del estudio que nos ocupa, surge la necesidad obligada de la solución que ha de darse al Barranco de Las Nieves, en el tramo comprendido entre el Puente de la Avenida Marítima y, al menos, hasta la altura de la antigua cuesta de subida a la Plaza de La Encarnación. Ese tramo ha de ser cubierto previas las obras de ingeniería y urbanismo, para dar al cauce la profundidad adecuada para el discurrir de las aguas en los períodos de torrenteras”.
El cubrimiento de “esa zona del Barranco supone la continuidad del enlace de la Plaza de La Alameda y el Barco de la Virgen con la Explanada (Plaza de San Fernando). Esta Plaza debe ser objeto de nuevo trazado arquitectónico, con nuevas e innovadoras zonas ajardinadas y obras escultóricas que armonicen con la puerta norte de la ciudad, cuyas estructuras se mantuvieron hasta el año 1940 aproximadamente, cuando fueron desmanteladas los restos de las columnas y los escudos de la misma”.
Las piedras fueron “guardadas en almacenes municipales, hoy desaparecidas, y los escudos están depositados en el edificio de la Cosmológica. Esa puerta debe ser nuevamente levantada en el lugar aproximado en la que se ubicaba (cerca de la salida de la carretera del Norte)”.
Para completar “el conjunto histórico de ese extremo de la Explanada tenemos que insertar el Fortín de defensa que se ubica en la zona marítima de dicho entorno”.
Agrega que toda la extensión comprendida entre el Barco de la Virgen y el Norte de la Plaza de San Fernando con cubrimiento del Barranco de Las Nieves, puede ser estudiado para buscar el mayor número de aparcamientos siempre que no rompan la armonía resultante del conjunto restaurado y modernizado“.
Siguiendo el trayecto “hacia el Sur desde La Explanada por la Avenida Marítima nos encontramos con el Castillo de Santa Catalina. Todas las construcciones de la manzana donde está ubicado el mismo, deben seguir con la calificación urbanística fuera de ordenación. Es obligado que el Castillo esté rodeado en toda su manzana por una zona verde que resalte las excelencias de esa construcción militar y artística que es un orgullo para nuestra ciudad y declarado Monumento Histórico-artístico en 1951”.
Las construcciones que rodean al Castillo “dificultan apreciar que cada esquina del baluarte termina en punta de diamante”.
Apunta que “atención aparte requiere la Calle del Castillete por ser donde se ubica la puerta de acceso al Castillo y el foso situado al Oeste del mismo. Creemos que debe de reorganizarse dicha calle para estar más acorde con la construcción del Castillo”.
Indica que “estas notas no son más que un esbozo de una obra grandiosa que debe concretarse por técnicos apropiados. Se requiere la asistencia de urbanistas, ingenieros, arquitectos, botánicos, escultores y personas individuales con inquietudes artísticas que puedan aportar ideas acorde con el objetivo que se quiere alcanzar”.
“La transformación del Distrito Norte de nuestra ciudad que se pretende en este escrito”, concluye, “supone un gran esfuerzo en su ejecución, pero creemos que se pueden redactar los proyectos, cálculos presupuestarios y determinar las numerosas vicisitudes a tener en cuenta o que puedan derivarse en un futuro próximo”.
