Apoyo unánime al interés cultural del Borrachito
El grupo Popular en la Cámara regional ha conseguido este lunes la aprobación unánime del Parlamento de Canarias a una iniciativa dirigida a que el Gobierno autónomo declare “el Carácter Religioso, Cultural o Tradicional de la Danza del Borrachito Fogatero y su exhibición pirotécnica, de acuerdo con la instrucción técnica del Real Decreto 563/2010, de 7 de mayo”, informa en un comunicado.
La diputada del PP La Palma María Teresa Pulido agradeció el apoyo de todos los grupos políticos a la propuesta, que defiende una celebración originaria del municipio de Mazo, que combina distintos elementos de las tradiciones festivas de la Isla, y ha influido en otras celebraciones festivas similares localizadas en toda Canarias.
Sin embargo, señala, “la aprobación del citado Real Decreto, que regula la venta, seguridad y funcionamiento de elementos pirotécnicos a partir de la normativa comunitaria, pone en peligro manifestaciones culturales de este tipo que requieren un pronunciamiento favorable del Gobierno regional para mantenerse”.
Indica que “se dispone una serie de condicionantes a los espectáculos pirotécnicos, que estarían salvados si el Gobierno de Canarias procediera a declarar el carácter Religioso, Cultural de la Festividad del Borrachito Fogatero, lo que supondría un respaldo importante para la celebración de la festividad”.
Según destacó María Teresa Pulido, esta actividad es desarrollada íntegramente por los vecinos de la zona, que se organizan a través de una comisión de Fiestas, y de manera voluntaria y completamente altruista, asumen la responsabilidad que ello supone llegando incluso a tener que firmar el seguro de responsabilidad civil que requiere el evento.
Según indica la Proposición No de Ley aprobada, es preciso remontarnos al año 1979, cuando un grupo de vecinos del Hoyo de Mazo, en La Palma, ideó el acto del Borrachito Fogatero para encuadrarlo dentro del programa de festejos en honor de la Virgen de los Dolores.
Este número consiste en la representación de una danza, protagonizada por un muñeco de unos tres metros de altura, que desprende fuego a su alrededor, a la vez que se acompaña de una lluvia pirotécnica desde el perímetro del recinto festivo.
Se trata de una de las manifestaciones festivas más singulares de cuantas se convocan anualmente en La Palma. En su puesta en escena se han sabido conjugar numerosos elementos pertenecientes a la cultura popular y que corrían el riesgo de desaparecer.