La falta de lluvias no ha impedido que los campos de la Isla, un año más, se inunden de color.
La primavera, a pesar de la sequía, un año más, florece en La Palma. La falta de lluvias no ha impedido que, muchas plantas, con su pétalos en plena explosión de belleza, inunden de color el jardín silvestre de la Isla formado por gacias, bejeques, campanillas, encimbas, caléndulas, corazoncillos, amagentes, tomillos, jaras, violestas, alhelíes, margaritas y cerrajas, entre otras especies.
La primavera, a pesar de la sequía, un año más, florece en La Palma. La falta de lluvias no han impedido que, muchas plantas, con su pétalos en plena explosión de belleza, inunden de color el jardín silvestre de la Isla formado por gacias, bejeques, campanillas, encimbas, caléndulas, corazoncillos, amagentes, tomillos, jaras, violestas, alhelíes, margaritas y cerrajas, entre otras especies.