Casi 2.000 personas murieron tratando de llegar a Canarias por la ruta atlántica en 2025, “el año de la persecución global hacia las personas migrantes”

Un total de 1.906 personas murieron tratando de llegar a Canarias por la ruta atlántica en 2025, “el año de la persecución global hacia las personas migrantes”. Los datos muestran que pese a que este año se ha producido un descenso en las llegadas de migrantes, esta ruta sigue siendo “extremadamente letal”.

El último informe de Caminando Fronteras muestra que en 2025, la ruta atlántica registró un retroceso significativo en el número de salidas, especialmente en la segunda mitad del año, debido a los nuevos mecanismos de control en Mauritania.

El documento destaca que “el descenso registrado en la ruta atlántica no implica un desplazamiento de esas personas hacia la ruta del Mediterráneo occidental. Se trata de circuitos migratorios completamente distintos, con perfiles, trayectorias y lógicas de movilidad que no son intercambiables y por lo tanto, no puede interpretarse como una sustitución de una ruta por otra”.

También apunta que la ruta argelina ha mantenido una actividad constante a lo largo de todo el año, consolidándose como el cruce migratorio más transitado hacia el Estado español, superando a la ruta atlántica hacia Canarias y a los trayectos desde el norte de Marruecos. Y añade que se confirma la tendencia del desplazamiento hacia la parte más peligrosa de la ruta que tiene destino a las islas Baleares, sobre todo Ibiza y Formentera. Incluso durante este periodo nuestro observatorio ha reportado salidas de puntos de la región oriental de Argelia que tradicionalmente se dirigían hacia el Mediterráneo central y que han cambiado el rumbo para dirigirse a las Pitiusas.

Por otro lado, detalla que las tragedias registradas demuestran que las actuales prácticas de búsqueda y rescate son inadecuadas para las complejas necesidades de estas rutas, y habría que implementar protocolos efectivos y fortalecer los recursos de búsqueda en el mar que ayudarían a salvar vidas y a reducir el impacto de estas tragedias migratorias.

Recuerda el informe de Caminando Fronteras que en 2024 los cambios políticos en Senegal fueron recibidos como una etapa de mejora de derechos sociales y económicos, lo que provocó el descenso de los flujos migratorios, y su desplazamiento hacia Mauritania. Durante este periodo, las salidas se han retomado pero la existencia de dispositivos de control reforzados y cofinanciados por la UE, han puesto de manifiesto que Senegal se ha convertido en otro país de la zona que implementa políticas de externalización.

Apunta también que si bien la mayoría de las personas que emprenden la travesía desde las costas de Senegal son nacionales senegaleses, en los últimos meses se han interceptado también embarcaciones procedentes de Gambia navegando hacia las Islas Canarias.

La marina senegalesa ha reforzado su presencia en la zona, interceptando cayucos tanto en alta mar como antes de la salida, en un contexto de creciente presión migratoria y de cooperación regional para contener las salidas

Persecución hacia las personas migrantes

Asimismo, el informe Derecho a la vida de 2025, detalla que este año ha sido el de la “persecución global” hacia las personas migrantes y apunta que “las políticas de endurecimiento contra las personas migrantes impulsadas por la administración estadounidense han transformado el mapa global sobre la movilidad, como si fuese una declaración pública de una guerra contenida e invisible, que ahora se manifiesta a través de la propaganda sin ningún tipo de pudor y con total impunidad”. También pone el ejemplo de Torre Pacheco, que “ha sido la escenificación palpable de cómo la criminalización de las personas migrantes no solo es posible, sino que responde a una dinámica estructural que justifica la violencia como forma de control”.

(Habrá ampliación)