Las autoridades mauritanas procedieron hoy a la expulsión de 210 migrantes de nacionalidad subsahariana, tras su abortada tentativa de llegar a las Islas Canarias: 108 fueron interceptados en alta mar por los guardacostas mauritanos, mientras que los otros 102 fueron arrestados por la policía de Nuadibú, mientras se preparaban para coger un barco.
Según ha informado a Efe una fuente policial de Nuadibú, los migrantes -de nacionalidad senegalesa y maliense- fueron conducidos a bordo de autobuses hasta las fronteras de sus respectivos países.
Estas personas serán conducidas hasta el embalse de Diama, que marca la frontera con Senegal, y la frontera de Gogui Zemmal con Mali.
En las últimas semanas, las costas mauritana ha conocido una gran actividad migratoria, tanto en las salidas de barcas desde Nuadibú como (y sobre todo) como lugar de paso para los cayucos que atraviesan las aguas mauritanas procedentes del vecino Senegal.
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