Miles de personas exigen la ''derrota'' de ETA entre gritos contra Zapatero

La Delegación del Gobierno cifró la asistencia en 181.201 personas, cifra que la Comunidad de Madrid elevó hasta el millón y medio, mientras que los organizadores rechazaron ofrecer un cálculo de participantes llegados desde diversos puntos de España.

Lemas como “Zapatero, dimisión” o “Zapatero, embustero” fueron los más coreados por los manifestantes, que ya se congregaban a miles en la plaza de Colón media hora antes de las cinco de la tarde, cuando estaba previsto que arrancara la marcha, y que llenaban también la Puerta de Alcalá, punto final de la misma, mucho antes de que la cabecera hubiera podido alcanzar la misma. El presidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa, que durante la marcha fue preguntado por los gritos contra el presidente del Gobierno, dijo que “deberían ser aceptables en una sociedad democrática” y afirmó que los organizadores en ningún momento solicitaron que no hubiera protestas contra Zapatero, “sólo que no hubiera insultos, e insultos no ha habido ninguno”.

Por su parte, el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, afirmó que la manifestación de este sábado es la que “de manera más evidente” se ha convocado “en contra del Gobierno” y destacó el hecho de que hubiera más gritos contra el jefe del Ejecutivo que contra ETA.

Himno nacional y globos rojos y amarillos

Al término de la marcha, la aglomeración de manifestantes en la Puerta de Alcalá era tal que los organizadores tuvieron que abrir un pasillo de unos dos metros de ancho para que los miembros del Foro Ermua, las víctimas del terrorismo y los políticos que estaban en cabeza pudieran acceder al escenario montado bajo la puerta de Alcalá.

Allí, Conchita Martín, viuda del comandante Blanco, primera víctima mortal tras la ruptura de la anterior tregua de ETA; y Antonio Aguirre, ex dirigente y actual militante de base del PSE-EE y miembro del Foro Ermua, dieron lectura a un manifiesto en el que se exige el “abandono de cualquier horizonte de final dialogado de ETA”. Después se sucedieron intervenciones que coincidieron en las críticas a Zapatero y a su Gobierno, que según Teresa Jiménez Becerril, hermana de un concejal sevillano del PP asesinado por ETA junto a su mujer en 1998, “pasará a la historia como el Gobierno de España que más ha despreciado a las víctimas del terrorismo”.

También el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Francisco José Alcaraz, interpeló directamente al jefe del Ejecutivo, al que dijo que “tiene la obligación de no ceder ante el chantaje de una banda terrorista” y que “no puede negociar” en nombre de las víctimas del terrorismo. La última intervención fue la del presidente del Foro Ermua, Mikel Buesa, quien acusó a Zapatero de no querer la unidad de los españoles para derrotar a ETA, sino “llegar a algún pacto” con la banda terrorista.

La manifestación, que se disolvió a las 20:00 horas a los acordes del himno de España, se había iniciado casi tres horas antes con la suelta de 25.000 globos con los colores de la bandera nacional y ya entre gritos que pedían la dimisión de Zapatero.

“No a la negociación”

Tras la pancarta principal, con el lema “Por la libertad. Derrotemos juntos a ETA. No a la negociación” se situaron el presidente del Foro Ermua, Mikel Buesa; Mari Mar Blanco, hermana de Miguel Ángel Blanco, secuestrado y asesinado por ETA en 1997; y otros familiares de víctimas de la banda como Teresa Jiménez Becerril o Pilar Elías.

Unos metros más atrás marchaban las militantes socialistas Gotzone Mora y Rosa Díez, aunque la inmensa mayoría de los políticos presentes eran miembros del PP, cuya plana mayor, incluyendo al ex presidente del Gobierno José María Aznar, al presidente del partido, Mariano Rajoy, a su secretario general, Ángel Acebes, y al portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana. También acudieron ex ministros como Jaime Mayor Oreja, Josep Piqué o Ana Pastor y líderes regionales como el valenciano Francisco Camps, el andaluz Javier Arenas y el gallego Alberto Núñez Feijoo, además de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y del alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón.

En declaraciones a los periodistas antes del inicio de la marcha, Aznar dijo que los participantes en la manifestación eran quienes no quieren “ni rendiciones, ni diálogo” con los terroristas, mientras que Rajoy afirmó que su partido estará “detrás” del Gobierno en materia antiterrorista si “rectifica, cambia su política” y rechaza la negociación con ETA. En otras ciudades españolas como Barcelona, La Coruña y Vigo también tuvieron lugar concentraciones convocadas por el Foro Ermua contra la negociación con ETA y en las que los participantes -unos 700, 2.300 y 500, respectivamente- también corearon gritos contra Zapatero.

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