El PNV reivindica una ''bilateralidad efectiva'' con el Estado
El PNV, en el documento hecho público con motivo de la celebración del Aberri Eguna, reivindica un acuerdo político “que defina un marco de relaciones con el Estado sobre la base de una bilateralidad efectiva, garantías y condiciones de lealtad”. El documento dado a conocer este jueves en Bilbao por la secretaría de la ejecutiva del PNV, Josune Ariztondo, proclama la necesidad de alcanzar un acuerdo que, “desde el respeto a los marcos institucionales actuales, siente las bases” de un nuevo autogobierno “como el definido en la propuesta del Nuevo Estatuto Político”, el denominado Plan Ibarretxe.
Un acuerdo, explica el documento, que “determine un poder judicial propio”, un Concierto Económico “blindado” y una seguridad social complementada con una “política fiscal solidaria”. “En definitiva, un Concierto Político que asegure garantías jurídicas plenas y sistemas de arbitraje bilaterales sobre el cumplimiento de ese pacto”.
Además el PNV propone una política abierta de cooperación “que vaya conformando Euskal Herria como una eurorregión vasca, desde el Adour al Ebro”. Sostiene que la “convicción y la cooperación” son “nuestro mejores aliados” para conseguir las metas propuesta y aboga por la pluralidad, ya que “una Euskadi políticamente uniforme, además de llevar consigo el germen de la imposición, supondría ir reduciendo en territorialidad y en adhesión política democrática el proyecto nacionalista vasco”.
En el documento se recuerda el 75 aniversario de la celebración del Aberri Eguna y se rinde homenaje a figuras históricas del nacionalismo vasco como Javier de Landaburu o José Antonio de Aguirre, y también a la militancia que sufrió los años de la guerra y las posguerra. El PNV reitera su defensa de la no violencia “por convicción ética” y se muestra convencido de que “aunque podamos vivir días difíciles, el ciclo de la violencia se ha terminado”, el ciclo “vital de ETA toca a su fin y se hace aún más evidente tras el atentado de Barajas”.
Por eso cree que es el momento de “atender a los cambios políticos en el entorno político y sociológico” del mundo que ha apoyado a ETA pero que ahora, “percibe cada día con más claridad el error de la violencia política y es cada vez más consciente del riesgo de que tal obstáculo entierre definitivamente su referencialidad política”. El documento del PNV sostiene que la aportación de este partido a la construcción de “las nuevas bases para un proceso de paz”, debe partir de “sacar definitivamente el tema del debate partidista” para construir acuerdos sobre un “discurso de deslegitimación del terrorismo” que, enfatiza el texto, “no es consecuencia natural del contencioso político”.
En esta línea aboga por “prepararnos para el final dialogado de la violencia”, cuando se den las condiciones, es decir “cuando ETA muestre su voluntad inequívoca de poner fin definitivamente a su actividad violenta”. El esquema para avanzar en este proceso, según detalla el documento, sería: “cese definitivo de la violencia, debate en igualdad democrática para todas las opciones, acuerdo y ratificación por la sociedad”.
Ariztondo recordó en este sentido que “el orden de factores sí puede alterar el resultado” y el documento advierte de que “la posibilidad de acuerdos para la convivencia política que hicieran posible el cese de las actividades de ETA sería la negación de nuestra propia convicción democrática”. Este “es el camino”, señala el PNV, “sin políticas de excepción y con respeto escrupuloso a los derechos humanos y a los principios de un estado democrático de derecho”, porque, señaló Ariztondo, hacer frente a situaciones difíciles sin recurrir a instrumentos excepcionales “es lo que hace fuerte al Estado de Derecho”.
“Complicada situación” del proceso de paz
Por su parte, Eusko Alkartasuna pidió este jueves al Gobierno del PSOE, a ETA y a Batasuna que “restauren” la “esperanza frustrada tras el atentado de Barajas” y “reactiven” el proceso de paz, “aparcando los cálculos electorales” y “pensando en el interés general de los ciudadanos”. El secretario general de EA, Unai Ziarreta, y la dirigente de esta formación Onintza Lasa presentaron una declaración elaborada por su partido con motivo del Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca), que Eusko Alkartasuna celebrará el domingo en Gernika (Vizcaya).
En esta declaración, EA reclama unas “bases inexcusables” que hagan posible que el proceso de paz supere la “complicada situación” en la que, a su juicio, se encuentra, y que pasan por el ofrecimiento de “garantías inequívocas” de la “apuesta definitiva” de ETA y Batasuna por el empleo de “vías pacíficas y democráticas”. Eusko Alkartasuna solicitó asimismo al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que asuma la “responsabilidad política que le corresponde, cumpliendo su compromiso de negociar con ETA” el fin de la banda terrorista, “sin dejar” que este proceso sea “condicionado” por “quienes tienen interés en sabotearlo y convertirlo en un arma partidaria y electoralista”.
Durante su intervención, Unai Ziarreta asumió que esta “obligación” de “reactivar el proceso” atañe a “todas las formaciones políticas” para luego “llegar a un acuerdo”, en condiciones de “ausencia de violencia”, que “establezca” que “todas las opciones se pueden defender” en democracia si cuentan con el respaldo de la mayoría de la sociedad vasca. Aseguró que “Euskal Herria no puede perder el tren de la paz”, porque después cuesta mucho tiempo recuperarlo, al tiempo que reclamó la derogación de la Ley de Partidos, porque “no se puede pretender” que la izquierda abertzale “opte por las vías políticas” al mismo tiempo que “se le cierran las puertas de la legalidad”.
Opinó, en este sentido, que Batasuna “ha dado pasos positivos innegables”, aunque “tímidos”, en el camino de las “vías democráticas”, por lo que consideró que todavía debe manifestar “un rechazo claro” a la violencia y a que ETA haga uso de ella “con fines políticos”. Reclamó asimismo al PSOE que “se desmarque del PP”, garantice la presencia de la izquierda abertzale en las próximas elecciones municipales y forales y “no actúe en función de los réditos electorales” que pueda obtener en el resto de España.