La Iglesia de La Luz en La Isleta muestra su “rostro más radiante” tras la rehabilitación de su fachada

La rehabilitación de la fachada de la Parroquia de Nuestra Señora de La Luz, en el barrio de La Isleta de Las Palmas de Gran Canaria, ha concluido y su nueva imagen ha sido presentada este sábado en un acto al que han asistido el presidente del Cabildo, Antonio Morales; el consejero insular de Presidencia y Movilidad Sostenible, Teodoro Sosa; la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias; el consejero de Educación del Gobierno de Canarias, Poli Suárez; y el obispo de Canarias, José Mazuelos.

El Cabildo contribuyó a la financiación de las obras con la aportación de 150.000 euros a través del Área de Presidencia. Además, durante los trabajos afloraron restos ocultados en los años 70, como uno de los tres rosetones, el cual se empleó además como molde para replicar el resto y devolverlos a su estado original.

La rehabilitación tenía entre sus objetivos establecer un hilo conductor entre el exterior y el interior del templo, situado en el lugar donde tuvo lugar la primera misa oficial en Gran Canaria, en 1478, a cargo del deán Bermúdez en la mañana del 24 de julio.

El templo alberga una imagen de Nuestra Señora de la Luz obra del insigne imaginero grancanario José Luján Pérez, obra datada en 1796. Además, contiene diversas piezas artísticas de considerable mérito, además del juego de 17 vidrieras de gran tamaño realizadas en Francia, así como un Viacrucis de finales del siglo XIX.

El templo actual, inaugurado en el primer cuarto del siglo XX, sustituye a cuatro ermitas anteriores y es obra del arquitecto Laureano Arroyo, siendo el único de bóvedas de media naranja junto a la Catedral de Canarias en la Plaza de Santa Ana.

“Agradezco la aportación de quienes han asesorado e impulsado esta restauración”, afirmó esta tarde el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, en la presentación pública de la intervención, donde destacó también que “la implicación del Gobierno de la isla se enmarca en nuestra colaboración permanente con la Diócesis para la salvaguarda de los numerosos y valiosos bienes patrimoniales que se reparten por toda la isla”.

“El mayor legado religioso lo encargan quienes convierten sus vidas en un testimonio de entrega al prójimo. Y hoy este planeta envuelto en conflictos bélicos como el del genocidio de Gaza, hambre y desigualdades sociales necesita personas buenas que luchen por cambiar esta realidad”, manifestó Morales.

“La Parroquia de Nuestra Señora de La Luz es uno de los más claros ejemplos de una edificación perfectamente insertada en la historia y el presente de Las Palmas de Gran Canaria, y muy en especial en el entorno portuario y el Barrio de La Isleta. Más que una edificación, este templo es un personaje con vida propia sin el que no puede entenderse la esencia y la evolución de esta zona fundamental de la capital insular”, señaló.  

Morales agregó que “la biografía del templo está íntimamente ligada al devenir de la población y de los asentamientos urbanos que proliferaron al calor del auge portuario. Aquellas gentes necesitaban voz y apoyo en sus justas reivindicaciones sociales, especialmente en el tránsito del siglo XIX al XX”.

“Más allá de las dificultades, los hombres y mujeres que han modelado La Isleta a lo largo de las décadas nos brindan un ejemplo de superación e integración, incluso cuando los instigadores del odio intentan echar por tierra un modelo de convivencia que nos llena de orgullo e inspiración”, reconoció.