El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria estudia subir la tarifa del taxi
El director general de Movilidad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Heriberto Dávila, ha reconocido que el Consistorio estudia una subida de tarifas en el sector del taxi, que el concejal del Partido Popular (PP) en la oposición Jaime Romero cifra en un 30% “sin explicación ni criterio que lo justifique”.
Romero señala en un comunicado que el precio del taxi capitalino debe estar sujeto a un sistema de actualización estable y mantiene que durante el pasado mandato se estableció que el primer día de enero de cada año las tarifas se actualizarían en función del IPC anual. “Eso es un sistema con criterio, objetivo, realista y previsible”, apostilla.
Para el edil, la intención del tripartito - formado por el PSOE, LPGC Puede y Nueva Canarias - solo responde a “una nueva improvisación” por parte del alcalde, Augusto Hidalgo, que a su juicio demuestra “la falta de un proyecto político que redunde en beneficio de los vecinos, que en definitiva, son los que tendrán que pagar esta decisión”.
Sin embargo, Dávila hace hincapié en que el concejal popular se olvida de que el posible aumento de precios parte de la intención de unificar tarifas del Gobierno de Canarias, que recurrió la actualización implantada por el PP a principios del pasado año sin pasar por la Comisión de Precios.
“Estamos trabajando con la Adminsitración regional para resolver la situación”, asegura el director general de Movilidad, que manifiesta que “estamos en manos del Gobierno de Canarias por culpa del anterior gobierno, que aprobó, sin el procedimiento adecuado, una subida de tarifas”.
Asimismo, explica que la subida del 30% es “irreal”, porque la unificación de precios que defiende la institución autonómica se centra en el tramo del primer kilómetro. Sin embargo, afirma que el Consistorio se encuentra a la espera de recibir la propuesta del Gobierno.
Dávila estima que el Ayuntamiento presentará la próxima semana los detalles del día libre a implantar en el sector a modo de prueba durante cinco meses en la ciudad capitalina, aunque adelanta que “de momento no hay ninguna novedad”, respecto a que proyecta que la flota no trabaje durante dos jornadas a la semana.