El mamotreto de Artenara vuelve a la casilla de salida

Silvia Álamo

Las Palmas de Gran Canaria —

El proyecto para el que el Ayuntamiento de Artenara había decidido emplear el dinero procedente del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan) está en el aire. El municipio, que en estas semanas celebra la declaración de Risco Caído como Patrimonio Mundial de la Unesco, no luce igual desde que la obra encalló, afeando el casco de este pueblo de la cumbre de Gran Canaria. Ha pasado casi un año desde que la empresa encargada de llevarla a cabo, la Constructora Hermanos Quintana Bolaños, decidiera poner fin a la construcción de la plaza del parque Manuel Díaz Cruz por unos desacuerdos con el arquitecto encargado de dirigir la construcción. Ahora, desde el Consistorio se vuelve a licitar el proyecto con el objetivo de terminarlo a finales de noviembre de este año. Es decir, debe estar finalizada en menos de seis meses. 

El Fdcan fue una de las iniciativas que el Gobierno de Canarias vendió esta pasada legislatura como motor para un nuevo modelo económico de las islas. Nació en 2016, con Fernando Clavijo al frente del Ejecutivo autonómico. Se trataba de una partida de 87 millones de euros destinados a llevar a cabo actuaciones de mejora y modernización en las zonas comerciales de todas las islas. Desde un primer momento recibió críticas. Los presidentes de cinco Cabildos insulares (La Gomera, Tenerife, Lanzarote, El Hierro y Fuerteventura) se quejaban de que el reparto de los fondos no se correspondía al de la triple paridad. En Gran Canaria, tres municipios se vieron muy beneficiados con respecto al resto. Mogán, Firgas y Agaete disponían del 10% del presupuesto concedido para los 21 municipios en total, algo que no sentó bien al resto de los alcaldes y alcaldesas. 

El municipio de Artenara recibió 510.000 euros para realizar tres obras, de los que 350.000 correspondían al proyecto Plaza Mercadillo y Aparcamiento y Soterrado de contenedores de basura. La partida se dividió en dos anualidades de 175.000 euros para los años 2017 y 2018, pero la obra se ha convertido en un mamotreto a la espera de que una nueva empresa sea capaz de ejecutarla.

La construcción de la nueva plaza en el parque del casco municipal, justo en la zona recreativa que se encuentra rodeando la piscina, ha traído muchos quebraderos de cabeza para los vecinos y vecinas del municipio. Desde un primer momento el proyecto no fue muy bien acogido por los más críticos del pueblo, que advertían de que la obra generaría un fuerte impacto ambiental en el casco. Un pensamiento que confirman ahora cuando ven una especie de mamotreto en un espacio verde del pueblo del que no saben nada desde, aproximadamente, agosto de 2018. “A partir de las fiestas de La Cuevita” -celebradas el último fin de semana de agosto de cada año- “ya no se hizo nada”, recuerdan. A finales de octubre los trabajadores de la constructora comenzaron a llevarse su material. Y hasta la fecha. 

Según explican fuentes consultadas, los problemas comenzaron por desacuerdos entre el Partido Popular y el Partido Socialista, las formaciones que, a través de un pacto con alcaldía compartida por dos años, gobernaban el municipio. “No se ponían de acuerdo con lo que querían y estaban constantemente cambiándolo todo”. 

Pero los problemas se acrecentaron cuando se hicieron las primeras pruebas del hormigón empleado para hacer las columnas. Desde el Ayuntamiento se aseguraba que el material empleado era de mala calidad, no llegaba a la resistencia adecuada. Sin embargo, los resultados de los análisis que hacía la empresa proveedora del hormigón y la constructora eran óptimos. “Así estuvieron un tiempo hasta que se hartaron y se fueron”, recuerdan algunos vecinos. El proyecto se adjudicó en febrero de 2018 por un importe de 377.949 euros. Este periódico contactó con uno de los dueños de la empresa, pero prefirió no hablar del asunto. 

El alcalde de Artenara, Jesús Díaz (PP), resta importancia a lo sucedido en relación a esta obra. “Hubo problemas técnicos, no se llegaba a la resistencia adecuada, empezaron con idas y venidas y hay que demoler parte de las columnas que están mal ejecutadas”, explica. En una conversación telefónica este martes, el primer edil del municipio aseguró que ese mismo día se llevaría a Comisión de Gobierno el proyecto para volver a licitarlo. “Se publicará de nuevo el concurso para que se presenten las empresas que quieran hacer la obra, que tendrá que demoler parte de las columnas que están mal ejecutadas”. 

Sobre el plazo que tendrá la nueva empresa que resulte ganadora, aclara que la obra debe estar acabada a finales de noviembre de este mismo año, es decir que tendrá un tiempo aproximado de cuatro meses. La licitación con la anterior empresa estaba programada para seis meses. “La obra no es tan complicada, tienen que tirar las columnas, volver a ponerlas y construir encima la plaza, para que la gente vea todo el parque José Antonio Ramos”. aclara.

Díaz señala que aún quedan 275.000 euros por ejecutar y que, en contra de lo que piensan los vecinos del pueblo, la nueva plaza no tendrá aparcamiento, es solo una balconada para ver el parque. Sin embargo, el propio nombre del proyecto es Obra de plaza mercadillo y aparcamiento y soterrado de contenedores de basura.