La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública sigue sin creerse las listas de espera que presenta Sanidad

La lista de espera quirúrgica desciende un 7% en Canarias.

Efe/Canarias Ahora

Santa Cruz de Tenerife —

La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias acusa a la Consejería de Sanidad de desarrollar “nuevas trampas” para “camuflar” las listas de espera después de que el responsable del Servicio Canario de Salud, Conrado Domínguez, y el consejero, José Manuel Baltar, anunciaran este miércoles una reducción del 28% en la lista de espera quirúrgica respecto a 2016. 

El presidente de la organización, Guillermo de la Barreda, ha asegurado que están preparando un estudio con datos recabados entre el personal sanitario sobre esta cuestión y que, en la fase preliminar, “se deduce” que los datos difieren mucho de los ofrecidos por la Consejería.

“Ni los propios jefes de servicio de los hospitales se creen los datos de la lista de espera”, advirtió Guillermo de la Barreda, quien sí reconoció el descenso en algunas especialidades por la aplicación de la cirugía mayor ambulatoria. 

Sin embargo, continuó, es “inaceptable” que para una consulta en neurocirugía en Tenerife haya que esperar tres años o que el tiempo de atención en urgencias en el Hospital Universitario de Canarias se demore hasta seis horas y tres en el caso del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria.

El portavoz cree que uno de los métodos para disfrazar las cifras es “dar órdenes a los jefes de servicio hospitalarios para aplicar medidas conservadoras de tratamiento” en lugar de recurrir a la vía quirúrgica. 

El miembro de la organización declaró que también se están remitiendo pacientes susceptibles de una operación a comités de evaluación, encargados de decidir si recomiendan este procedimiento o no pese a que así lo haya indicado un especialista, lo que puede suponer una demora de unos tres meses para su inclusión en la lista de espera quirúrgica.

Junto a Guillermo de la Barreda compareció Marciano Sánchez, portavoz estatal de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, quien recordó que la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública elabora desde hace 15 años un informe comparativo entre las comunidades autónomas en el que Canarias “siempre ha estado mal” y desde hace dos años, ocupa el último lugar.

De hecho, los indicadores de la sanidad pública canaria están por debajo de la media en 22 de las 31 variables del informe y en cinco de ellos ofrece el peor resultado del país.

Dentro de los malos datos que en este ámbito ofrecen todas las regiones “la situación aquí es claramente peor”, advirtió Sánchez, quien apuntó a que se combina una mala gestión con la falta de recursos y con el interés por deteriorar el sistema para facilitar su privatización.

Es una situación preocupante porque parece que no se quiere avanzar en la solución, con lo que “tenemos la tormenta perfecta”, añadió el portavoz estatal de la Federación, quien sin embargo dijo que se puede recuperar lo que se ha ido privatizando “si hay voluntad política” para ello.

Sobre esta cuestión Guillermo de la Barreda opinó que el gran problema en Canarias no es sólo la mala gestión y la falta de financiación, sino el “no querer hacer nada”, y recordó que en Tenerife no se crean camas de agudos desde 1984 pese al aumento de población y hay un déficit de 3.000 plazas sociosanitarias.

El colapso en urgencias es “crónico”, continuó De la Barreda, quien se mostró sorprendido de que para aumentar este servicio en el Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria se hayan abierto 50 camas que permanecían cerradas pese a la lista de espera, y a pesar de ello en sus pasillos los pacientes permanecen amontonados “como latas de sardinas”.

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