El padre del niño Adou, que fue descubierto en una maleta, asegura que el menor sólo “quería reunirse con sus padres”
Adou Ouattara, el niño de ocho años que viajaba en una maleta cuando fue descubierto por el escáner de un puesto fronterizo en El Tarajal (Ceuta) en mayo de 2015, sabía lo que quería, que era reunirse con sus padres.
Así lo ha expresado el padre del menor, Alí Ouattara, durante la presentación del libro Me llamo Adou, editado por Planeta y escrito por el periodista grancanario Nicolás Castellano, especializado en migraciones, asilo y derechos humanos.
La imagen del niño dejó tan perplejos a los agentes de la frontera que le hicieron una foto que dio la vuelta al mundo, y dejó al descubierto las exigencias de la normativa de reagrupación familiar, que condena a miles de familias inmigrantes a separarse de sus hijos durante años o para siempre.
Castellano ha subrayado que “la imagen del escáner no es solo la imagen de un niño en posición fetal, una especie de muñeco, en este caso en la frontera de El Tarajal, sino que es también la imagen de la violencia legislativa a la que sometemos a miles de familias que simple y llanamente quieren reunirse con sus hijos”.
El autor ha recordado que hay 100.000 reclamaciones de reagrupación familiar en España y un alto porcentaje de denegaciones.
“Si despojáramos de la nacionalidad o el apellido a estos padres que querían reunirse con su hijo, entenderíamos los motivos que les llevaron a confiar en una organización a la que pagaron 5.000 euros porque la legislación española no les permitía reagrupar a su hijo, a pesar de que cumplían todas las condiciones”, ha explicado el periodista.
El padre había llegado en patera a España, donde había instalado legalmente, llevaba muchos años trabajando, disponía de un piso en la capital de Fuerteventura y cumplía todos los requisitos para la reagrupación familiar, a excepción del criterio económico, puesto que, según la Delegación del Gobierno en Canarias, le faltaban 56 euros en ingresos.
Actualmente, la familia sigue separada, ya que la madre y los dos hijos viven en Francia, mientras que el padre reside en Bilbao a la espera de la resolución del proceso judicial en el que está inmerso por la entrada de Adou en la maleta.
Alí Ouattara ha señalado que, a pesar de su edad, Adou sabía lo que quería, que era reunirse con sus padres, lo ha conseguido y está muy contento de estar con su madre.
Castellano ha indicado que Adou es un niño con una mirada potente, despierto e inteligente, que ha sabido procesar el “trauma” de permanecer al menos durante media hora dentro de la maleta, de acuerdo con los cálculos hechos con distintos testimonios.
El periodista ha resaltado que en una conversación sobre este suceso que considera “algo extraordinario”, Adou le dijo con claridad: “¿Qué pasa, que los gobernantes de Europa son idiotas y no pueden entender que los niños queremos estar con nuestros padres?”.