Educación mantendrá casi el mismo número de auxiliares de comedor contratados el pasado año en Canarias por la pandemia

La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias prevé mantener casi el mismo número de auxiliares de comedor contratados el pasado año en Canarias por la pandemia. Así lo han confirmado desde el departamento que dirige Manuela de Armas a este periódico, que estima en que rondará entre los 400 como en 2020, aunque aún no disponen de la cifra exacta. Las medidas sanitarias en estos espacios son casi las mismas, por lo que se estima que en septiembre se contará prácticamente con el mismo personal que el pasado curso académico. 

El comité de empresa había solicitado a la Consejería de Educación por escrito el pasado 16 de julio que se mantuviera a esta plantilla extra para poder hacer frente a la situación sanitaria. “Se hace necesario proteger a la comunidad educativa con el personal de refuerzo COVID, tal y como se ha realizado para el curso 2020/21 para cumplir con los protocolos establecidos y evitar la propagación del virus”, señala el escrito. 

El protocolo de medidas de prevención contra la COVID de los centros educativos de Canarias para el próximo curso fue publicado este martes y en él se detalla que en los centros de Infantil y Primaria con comedores escolares, se tendrá como elemento de referencia a los Grupos de Convivencia Estable (GCE) para agrupar al alumnado en el comedor. En el caso de que se trate de alumnado que no forma parte de esos grupos burbuja, se deberá mantener la distancia de 1,5 metros en el comedor, para lo que se deshabilitarán los espacios intermedios. 

El centro educativo asignará una mesa y un asiento fijo a cada comensal para todo el curso escolar, así como para el personal del centro educativo que utilice el comedor. El documento señala además que en el caso de que se tuvieran que organizar turnos para comer, el alumnado de Infantil puede acudir al comedor una hora antes que los demás, con el propósito de poder cubrir los distintos turnos en un horario razonable. Los estudiantes deben mantenerse agrupados con sus compañeros de clase, tanto en el traslado a los comedores, como dentro y a la salida, manteniendo siempre una distancia de al menos 1,5 metros con respecto al resto de grupos. Así mismo, la mascarilla debe usarse siempre, incluso dentro del comedor, hasta el momento de la comida y deberán guardarse en un recipiente individual adecuado con una adecuada higiene de manos y manipulación de estas. 

El protocolo recoge medidas específicas para ese personal de comedor y establece que deben mantener la distancia de separación física. En el caso de que cumplir con dicha distancia sea imposible, por tener que atender físicamente a alumnado muy de corta edad o que requiera ayuda para comer, deben disponer del Equipo de Protección Individual (EPI). “Se recomienda que este personal que precisa un contacto más directo con los menores sea fijo y siempre con el mismo grupo; en el caso de cambios del mismo, la persona responsable COVID dispondrá de estos listados actualizados”, detalla el documento. 

Los comedores también dispondrán de un protocolo de limpieza y desinfección con una hoja de registro en la que se recoja la frecuencia de dicha limpieza. Los comedores escolares se deben limpiar, desinfectar y ventilar (permanente y cruzada) tras cada uso, y turno de tal forma que, cuando haya varios turnos, se disponga de un tiempo prudencial para que se realicen dichas tareas.  Así mismo, en el caso de detección de un posible caso de COVID-19 en el comedor escolar, se avisará de forma inmediata al responsable del comedor, se aislará a la alumna o alumno en el lugar asignado por el centro como sala de aislamiento y se procederá tal y como se establece en el apartado de Gestión de Casos de este protocolo. 

Estas medidas de protección contra el coronavirus en el comedor forman parte de un anexo específico dentro del protocolo de prevención y organización para el desarrollo de la actividad educativa del Gobierno de Canarias, que apenas difiere al del año pasado, excepto en que reduce la distancia de seguridad del metro y medio a 1,2 en las aulas. En el documento se establecen otras medidas como la necesaria ventilación en todo el centro, la entrada y salida escalonada al mismo, entre otros.