La ocupación UCI en Gran Canaria empeora dos puntos a las puertas de una nueva revisión de los niveles de alerta

Los indicadores epidemiológicos de capacidad asistencial (ocupación en planta y en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)) han empeorado en Gran Canaria en los últimos días, algo que tendrá en cuenta el Consejo de Gobierno de este jueves para considerar su subida al nivel 4 de alerta sanitaria.

Desde este lunes, la tasa de ocupación en planta por pacientes COVID se tiñó de rojo (riesgo alto) en la isla al alcanzar un 10% de las camas disponibles. Ese dato, que estaba al límite para poder bajar a riesgo medio, ha seguido subiendo ligeramente en lo que va de semana hasta situarse en un 11,88%.

Sin embargo, el número más preocupante que podría hacer reforzar las restricciones de Gran Canaria este jueves es su porcentaje de ingresos en UCI. Según el Informe Diario de Situación COVID en Canarias, actualizado por la Consejería de Sanidad cada día, la isla tiene una tasa de ingresos COVID en críticos en los últimos siete días del 1,17%, una cifra que contrasta con la de Tenerife, ya que, siendo la isla con peores datos epidemiológicos ahora mismo, tiene ese indicador al 0,22%. El resto de islas lo mantiene a cero.

Esta subida repentina de los pacientes graves por COVID-19 en la última semana ha provocado que Gran Canaria tenga una tasa de ocupación en esta unidad del 20,7%. Comenzó la semana con un 18%.

A pesar de que el parámetro se sigue manteniendo en riesgo alto, lo cierto es que la isla está registrando un empeoramiento paulatino en los datos de ocupación asistencial, por lo que sus indicadores podrían teñirse de marrón y situarse en riesgo extremo en los próximos días, como lo están sus parámetros de transimisibilidad (incidencias acumuladas).

El documento elaborado por el Sistema Nacional de Salud, que incluye las directrices para evaluar la evolución de la pandemia en una zona determinada, establece que un territorio se clasificará en el máximo nivel de alerta por COVID-19 en el caso de que al menos dos indicadores del bloque I (el de transmisión) estén en ese nivel de riesgo o superior y al menos uno de los indicadores del bloque II (capacidad asistencial) estén en ese nivel o superior.