Una activista protesta desnuda contra las prospecciones de Repsol
Un numeroso grupo de personas se ha detenido durante la mañana de este lunes en el paseo de la playa de Las Canteras de Las Palmas de Gran Canaria, concretamente a la altura de la Peña de la Vieja, donde la conocida activista Jil Love ha mostrado su rechazo a las prospecciones petrolíferas anunciadas por Repsol en aguas cercanas a Lanzarote y Fuerteventura.
La 'performance' realizada por Love, que estuvo acompañada por el partido Los Verdes, consistió en bajar a la orilla de la playa con su cuerpo pintado de negro como única vestimenta y sujetando en cada mano dos peces muertos. “Me he pintado a mi misma y he venido aquí a denunciar lo que puede ser una pesadilla para todos”, afirmó.
Tras acercarse a hablar con una pareja que caminaba por la playa, atendió a los medios de comunicación presentes, a los que trasladó la necesidad de apostar por las energías renovables y no por un recurso energético que consideró desfasado y “causa muerte, destrucción, y es nefasto para la naturaleza”.
Mientras sostenía un cartel de Los Verdes que rezaba “Sí a la vida y la naturaleza, más nunca Canarias” defendió que su iniciativa sirve para despertar conciencias, hacer que los ciudadanos se movilicen y propicia un debate que “realmente necesitamos”. Asimismo, dijo estar dispuesta a repetir “las veces que haga falta hasta que la gente tome conciencia” y las prospecciones queden paralizadas. Además, mostró su predisposición de acudir a Lanzarote.
El portavoz de Los Verdes, Rafael Rodríguez, se mostró satisfecho con la iniciativa de la activista para tratar de llamar la atención sobre los riesgos que entrañan las extracciones planificadas por la empresa petrolífera. A su juicio, encontrar el codiciado oro negro supondría más pérdidas que beneficios, ya que Canarias podría quedar tachada como una zona de riesgo, lo que haría peligrar un sector turístico que ocupa el 80% de la economía del Archipiélago.
La “artivista”, como ella misma se denomina, ha protagonizado diversas protestas en España, como la realizada recientemente contra las concertinas situadas en la valla que marca la frontera de Melilla, o cuando mostró su torso desnudo durante la violenta manifestación del 25 de septiembre de 2012.
Sobre este último caso, recuerda que “no tenía nada preparado, fui yo sola y tuve un momento de iluminación. Creí que podría hacer algo para, en ese momento de agresividad por parte de la policía y los manifestantes, calmar a las fieras y qué es más bonito que el desnudo de una mujer o la fragilidad del ser humano cuando está desnudo”. Esta iniciativa la llevó a protagonizar la portada de la revista de tirada nacional Interviú.
