El conductor que huyó tras atropellar en Tenerife a una familia causando la muerte a un niño acepta dos años de cárcel
Un hombre acusado de atropellar mortalmente a un niño irlandés de 10 años y darse a la fuga en marzo de 2018 en Adeje ha aceptado dos años de cárcel como autor de un delito de homicidio imprudente y otro de omisión del deber de socorro.
Por su parte, la aseguradora del vehículo que causó el atropello ha abonado al padre, a la compañera sentimental de este, a la madre y a la hermana del niño fallecido 96.000 euros.
En principio se tenía que haber celebrado un juicio con Jurado pero el acusado, la compañía de seguros, las acusaciones particulares y la Fiscalía llegaron a un acuerdo en el que se retiró el cargo de conducción temeraria.
La pena impuesta suma un año de prisión por homicidio por imprudencia grave, dos años sin poder conducir y otro más por omisión del deber de socorro.
En materia de responsabilidad civil, los familiares del menor llegaron a un acuerdo con la aseguradora del coche que causó el atropello por el que el padre recibió 43.096 euros, la hermana casi 13.000, la pareja del padre 5.000 y la madre del niño unos 35.500.
Es la mitad del dinero al que tenían derecho al tenerse en cuenta la concurrencia de las propias víctimas, que en este caso fue haber cruzado la calle de forma imprudente.
El atropello, que tuvo una importante repercusión mediática, se produjo sobre las 20.30 horas del 29 de marzo de 2018, cuando el condenado, natural de Letonia, conducía dando continuos cambios de carril sin razón aparente y a una velocidad superior al límite establecido para esa vía.
El acusado circulaba “con total menosprecio por la vida y la integridad física de los demás conductores o prescindía de la más elemental diligencia y del deber cuidado exigible al hacerlo de forma distraída”, señala el fallo.
Fue en un tramo descendente cuando se produjo el atropello del menor irlandés, quien cruzaba la calle junto con sus familiares de forma antirreglamentaria, al hacerlo por un lugar que no estaba habilitado para ello.
El niño sufrió un traumatismo cráneoencefálico severo que causó su muerte un día más tarde en el hospital de La Candelaria.
El conductor hizo un amago de detenerse pero finalmente no llevó cabo comprobación alguna y se dio de inmediato a la fuga sin prestar ningún género de auxilio a sabiendas de que había atropellado a cuatro personas, una de las cuales se hallaba gravemente herida y que era precisa ayuda de urgencia.
Tampoco se aseguró de la presencia en el lugar de otros ciudadanos que estuvieran en condiciones de auxiliar a las víctimas o avisar a los servicios sanitarios.
Ninguno de los heridos reclamó durante el proceso judicial pago alguno al haber sido ya indemnizados por la entidad aseguradora, por lo que junto con la aceptación del encausado de su responsabilidad penal hizo innecesaria la celebración del juicio con jurado al alcanzarse un acuerdo de conformidad.
En su momento, el condenado llegó a ingresar en prisión preventiva, un período que se resta al de la pena impuesta ahora.
En principio se llegó a sospechar que el conductor era de nacionalidad británica y se detuvieron a dos personas de este país pero finalmente gracias a la colaboración ciudadana y las imágenes de algunas cámaras de seguridad se pudo identificar al vehículo y a continuación a sus ocupantes.
Una vez que se llevó a cabo el esclarecimiento de los hechos y se identificó al conductor, que residía en San Isidro, la familia hizo llegar a través del Consulado su agradecimiento a las fuerzas de seguridad, sanitarios y vecinos.
“El jueves 29 de marzo nuestro mundo se nos rompió en pedazos, justo al inicio de lo que debían haber sido unas vacaciones familiares perfectas”, comenzaba la misiva que concluía asegurando: “Estamos sinceramente conmovidos y agradecidos”.
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