Seis presuntos patrones dicen que en el cayuco colaboraban todos

La Audiencia Provincial de Las Palmas acogió este martes un juicio en el que seis subsaharianos, acusados de patronear un cayuco con 87 personas hasta Gran Canaria, declararon que muchos ocupantes de la embarcación participaron en alguna tarea y achicaron agua durante la travesía.

El fiscal considera acreditado que los acusados favorecieron la inmigración irregular, con independencia del objetivo del viaje, y participaron en la navegación a cambio de no pagar, como dos hermanos que afirmaron haberse colado, o pagar menos, como los que abonaron 150.000 francos frente a los que abonaron 450.000.

Uno de los acusados reconoció haber cocinado durante la travesía, duró 15 días desde Gambia y 7 si se cuenta desde Senegal, mientras la mayoría declaró haberle pagado a un ciudadano que se quedó en las costas africanas.

La mayoría de los acusados son pescadores senegaleses que aseguraron que manejaron el timón, o miraron el GPS para ayudar, pues cada uno hizo lo que pudo para llegar a tierra.

El fiscal incidió en la diversidad de contradicciones en las que incurrieron los acusados, pues tras haber reconocido a la policía o en el juzgado de instrucción que se encargaron de manejar el cayuco, hoy aseguraron que ninguno era el jefe de la expedición o que emitieran órdenes al resto de los inmigrantes.

Por todo ello, elevó a definitiva sus conclusiones y pidió una pena de siete años de cárcel para cada uno por un delito contra el derecho de los ciudadanos extranjeros.

La defensa, por su parte, pidió la libre absolución porque no considera probado, sin duda alguna, que favorecieran el tráfico ilegal, ni tan siquiera que tuvieran como objetivo enriquecerse, pues el precio que pagaron era toda su fortuna.

Los acusados, prosiguió la defensa, hicieron todo lo posible para llegar a España para quedarse y trabajar, no para volver a su tierra enriquecidos con el cobro de los pasajes.

Asimismo, considera “absurdo” la posible conclusión de que achicar agua para sobrevivir, repartir comida o echar una mano en lo que cada uno sabía suponga favorecer el tráfico de personas o un delito.

Además, ninguno de los acusados recaudó dinero alguno y todos, salvo los que se colaron, así como otros ocupantes del cayuco, que arribó a Gran Canaria en noviembre de 2006, pagaron a un hombre que se quedó en África y que es el verdadero organizador del viaje.

También señaló la parte defensora que muchos fueron los que manejaron el timón y que cogerlo un rato no puede considerarse delito o favorecimiento de la inmigración ilegal.

Los acusados se encuentran en prisión desde su llegada a la isla y, tras sus últimas palabras, en las que aseguraron que viajaron a Canarias para huir de la pobreza, el juez declaró el juicio visto para sentencia.

No fue el único juicio contra supuestos patrones de cayuco que acogió hoy la Audiencia, pues otro grupo, en este caso de cuatro personas, se sometió a las preguntas de fiscales, jueces y defensa por supuestamente haber patroneado otro cayuco a la isla, en este caso con 54 personas a bordo en octubre del año pasado.

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