El 'barco del hierro' requiere el permiso del Ministerio de Asuntos Exteriores
El barco Weatherbird II, que según Greenpeace pretende verter hierro al mar, y navega en aguas internacionales entre Gran Canaria y Tenerife deberá solicitar al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación permiso para atracar en el Puerto de La Luz de la capital grancanaria.
Así lo informó este viernes el capitán marítimo Pedro Mederos, después de que este jueves se le negara su escala en el puerto grancanario y se le conminara a permanecer en aguas internacionales.
Mederos explicó que al tratarse de un buque científico su atraque en el puerto grancanario requiere una autorización del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación regulada en el Real Decreto 799/ 1981.
Esta autorización tiene por objeto conocer la actividad o campaña que desempeña el buque científico, para lo cual, si fuera necesario, también se recabarían informes de los ministerios de Defensa y de Fomento, en caso de que trascienda su actividad a la defensa nacional o al medio marino, y al Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Una vez evaluada esta información se podría conceder la autorización, indicó Mederos, quien informó de que el barco navega al norte de Gran Canaria, en aguas internacionales.
Mederos agregó que no tiene conocimiento de si por parte del barco se ha solicitado la autorización al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación y que desconoce de forma oficial la actividad que pretende llevar a cabo.
En el buque, con el que Capitanía Marítima permanece en contacto, viajan diez personas, entre los que figuran el capitán y personal de marinería, pero desconoce si entre ellos hay algún científico a bordo.
Mederos señaló que sólo en el caso de que se produjera alguna situación de peligro a bordo por falta de combustible, mal tiempo o porque surgiera alguna avería, se asistiría al barco y se permitirá su atraque en el puerto de La Luz, aunque afirmó que en principio la situación es de normalidad.
La situación creada por el Weartherbird II es un poco “extraña”, según Mederos, pero no es la primera vez que ocurre en el puerto grancanario.
Según denunció Greenpeace, el buque pretende efectuar vertidos de hierro al mar como experimento para buscar una solución al cambio climático, lo que desde el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático se ha calificado como una maniobra de “especulación” y el el Convenio de Londres rechaza por el grave riesgo ambiental que supone.
La responsable de la campaña de tóxicos de Greenpeace, Sara del Rosario, manifestó este viernes que confía en que, de presentarse la solicitud, ésta sea rechazada, pues el Gobierno español se ha posicionado hace pocas semanas en el Convenio de Londres en contra de la fertilización con hierro del medio marino.
El hierro produciría el desarrollo de algas que absorberían dióxido de carbono, pero a su vez generaría efectos perniciosos para la pesca, aseguró del Rosario.
Del Rosario dijo desconocer si el barco contiene el cargamento de hierro, pues, aunque se sabe que desde Las Bermudas partió sin él, ha podido hacer escala en algún punto y conseguirlo.