Un testigo dice que uno de los acusados le confesó el doble crimen

La sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Las Palmas para esclarecer la muerte de dos hombres en su domicilio, conocido como el crimen de Churruca se inicio este martes con la declaración de un testigo protegido que coincidió con Miguel Ángel Rodríguez Mihalic, alias Nano en prisión. El citado testigo afirmó que Nano le contó cómo había estrangulado a las víctimas y cómo el resto de los acusados les habían ayudado a darles una paliza y colaboraron en el estrangulamiento.

El testigo, que declaró tras un biombo, con un casco de moto y un distorsionador de voz para no ser identificado relató que Nano no mostró ningún arrepentimiento cuando lo contó y además dijo que habían robado 120.000 euros de la vivienda.

Por su parte, una inspectora del Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Las Palmas, ratificó la veracidad de la declaración de este testigo pues los detalles que ofreció “sólo podía haberlos dado alguien que hubiese estado en la casa en el momento de los hechos, pues sólo los conocía la Policía y no habían sido publicados en la prensa”.

La inspectora relató que cuando acudieron al lugar de los hechos encontraron a un varón en el sofá tumbado bocabajo con un cable anudado al cuello, a las rodillas y a los pies, y una bolsa de plástico debajo de la cabeza. El cadáver de Pedro yacía en el sofá del salón y presentaba diversas heridas como una fractura en la nariz y erosiones en la mano derecha.

En el dormitorio encontraron a Eloy Ortega, también tumbado bocabajo en la cama y dos cables anudados al cuello y las manos, así como un cinturón a la altura de los gemelos.

Este testigo clarificó también que Nano contó en prisión, sin ningún tipo de arrepentimiento por lo que había ocurrido, que anteriormente intentaron este mismo golpe pero no lo consiguieron porque una señora bajó por las escaleras y los vio.

Por otra parte, el inspector de Policía que participó en la investigación, afirmó que Sergio Sánchez Santana, el único acusado que no está imputado de un delito de sangre sino de cómplice de robo, declaró que Güi le entregó las joyas en un calcetín y le dijo que se las guardase “como la patena” pero no le aclaró la procedencia de las mismas.

La señora de la limpieza encontro los cuerpos

Soledad Sosa, la señora de la limpieza que trabajaba en el domicilio de la pareja, fue quien encontró los cuerpos. Como cada mañana, entró con su propia llave a la casa, y se dirigió a coger el teléfono cuando descubrió a Pedro tendido bocabajo en el sofá. “Pensé que descansaba y como vi que le salía un cable de la espalda sospeché que tendría una almohada eléctrica que a veces usaba. Me senté a su lado mientras hablaba y fue cuando me di cuenta de que estaba muerto”, explicó Soledad Sosa.

En ese momento fue a buscar a Eloy y lo encontró en la cama de matrimonio en la misma posición que a su pareja. Tanto la señora de la limpieza como los familiares de las víctimas que declararon este martes, coincidieron en que ninguno de los dos habitantes tomaban precauciones cuando alguien llamaba a la puerta de su casa, pues la abrían desde que sonaba el portero automático.

Primera línea de investigación

La Brigada del grupo de Homicidios de Las Palmas comenzó su investigación con el registro de llamadas que se habían efectuado desde los teléfonos móviles de las víctimas que habían sido sustraídos.

Desde uno de ellos se efectuaron tres llamadas durante la madrugada, una de ellas de 22 minutos de duración a Rogelio Valido Ramos, padre del acusado que responde al apodo de Güi. La última de ellas, antes de ser desconectado el terminal, se efectuó en Tenerife.

Posteriormente, llegaron a la Policía informaciones confidenciales del entorno de uno de los acusados desde prisión que sitúa a los cuatro acusados en el lugar de los hechos. Tras un registro inicial de las viviendas de los imputados, se comprobó que los números de serie de las videocámaras sustraídas correspondían con las garantías encontradas en el domicilio de las víctimas, al igual que las joyas.

Un miembro de la Brigada de Homicidios afirmó que los moradores de la vivienda guardaban dinero en la misma de la peluquería que regentaba Eloy. Pero también recordó, que anteriormente al momento de los hechos, los fallecidos se relacionaban con traficantes de droga y guardaban sumas de dinero en la vivienda, tal y como arrojó la investigación policial.

Este miercoles continúa, a partir de las 9.30 horas, la tercera sesión de la vista oral para tomar declaración a los peritos que tomaron parte en el análisis de las víctimas y los médicos que realizaron los reconocimientos a los acusados.

Posteriormente, el jurado tomará partido con la decisión del veredicto, de un juicio que está siendo seguido bajo intensas medidas de seguridad por posibles enfrentamientos de los familiares de los acusados, que mantienen confrontaciones pues los imputados se acusan entre ellos de los dos crímenes.

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