La alcaldesa de Güímar, Carmen Luisa Castro (del PP), parece que no sale de una para meterse en otra. Ahora se conoce que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil denunció al consistorio que ella preside (se informó este martes del expediente abierto al Ayuntamiento), el de Güímar, por las actuaciones que estaba llevando a cabo en el Camino del Socorro, principalmente por destruir tarajales (especies protegidas), trasplantar desde el polígono industrial del Valle de Güímar palmeras y tarajales, y por la construcción de un banco que sirva de descanso a los romeros, aparte de asfaltar un tramo de vía situado junto a Montaña Grande.
Tanto el recorrido de la Bajada del Socorro como el espacio final por el que transcurre esta romería son zonas protegidas: el primero, como BIC, y el segundo por su naturaleza, el Malpaís de Güímar.
Todo eso lo ha hecho el Ayuntamiento de Güímar, bajo el control de la alcaldesa Castro, según el expediente de sanción instruido por el Seprona. Se trataba de los preparativos para el acto festivo-religioso más relevante del municipio: la Bajada del Socorro. Esta romería tendrá lugar el 7 de septiembre, día festivo local. Este año toca el viernes de la semana próxima.
Acerca de esta actuación, el grupo municipal Sí Se Puede (SSP) trasladó este martes al Gobierno local (PP-CC) su interés en conocer si las obras contaban con la autorización y el informe sectorial correspondiente.
La portavoz local de ese partido, Lourdes Galindo, señaló su malestar por la eliminación de los tarajales en el mismo camino que forma parte de un BIC, una “vegetación endémica que servía de pantalla vegetal para evitar que el camino se desarrolle en medio del polígono industrial”.
Sí Se Puede exigió al Gobierno municipal que explique esta actuación y las declaraciones de la alcaldesa, Carmen Luisa Castro, en las que negó que el Ayuntamiento hubiera eliminado los tarajales. En cambio, aseguró que los había trasplantado, porque dificultaban la visibilidad de los vehículos que transitan la zona durante las fiestas.
La formación política explicó que “no se puede intervenir en el paisaje que rodea al BIC”, pero, pese a ello, “se eliminó la vegetación y se hizo un movimiento de tierras muy drástico, se allanó el terreno sin considerar las limitaciones impuestas por la protección de Patrimonio y el camino perdió la pantalla vegetal que lo separaba del polígono”.
Posteriormente, se indica en una nota de Sí Se Puede, tras el expediente abierto por la Unidad Insular de Patrimonio, “el Gobierno municipal plantó todo tipo de vegetación, incluidos palmeras y tarajales, estos últimos retirados de la mediana del polígono -que no forma parte del BIC- y trasladados al Camino del Socorro, donde realizaron el movimiento de tierras. ”La idea del trasplantado es una excusa fabricada a posteriori, con la que la alcaldesa intenta ocultar la intervención“.