El colectivo de arqueología social Imastanen denuncia, en declaraciones a Canarias Ahora, las consecuencias de la reciente prueba atlética Vertical de Güímar, en el sureste de Tenerife, en los yacimientos arqueológicos existentes por donde discurrió la carrera, sobre todo para unos grabados rupestres. El grupo que comanda Sixto García recuerda que ya alertó de los riesgos hace dos meses porque estos vestigios se encuentran sin señalizar y se sitúan en un camino rural por el que transitan vehículos y maquinaria agrícola, así como deportistas que practican trekking. Al estar a escasos metros del acceso a una finca, “pasa inadvertido y el lugar sirve como aparcadero y viradero de vehículos. El riesgo de daño que este tránsito continuo puede comportar para el yacimiento guanche es evidente, ya que muy pocas personas conocen los valores sobre los que están aparcando o pisando. De hecho, ya hemos documentado huellas de coches, motos, pisadas humanas y de caballos encima del propio grabado”. Sin embargo, todo esto empeoró mucho más con la reciente prueba, celebrada el pasado 6 de julio.
El colectivo señala que ya advirtieron de los riesgos al alcalde y diversos concejales el pasado mes de mayo. “En varias ocasiones, intentamos trasladar a los responsables políticos y técnicos hasta el lugar para que comprobaran in situ el daño y amenaza. Se nos ofrecieron varias citas con el concejal de Patrimonio, que sucesivamente fueron aplazándose. Pese a que inicialmente, y tras saltar la noticia en prensa, el edil de Comercio, Turismo, Limpieza, Jardines y Control de Plagas contactó con nosotros, al derivarse la cuestión hacia el área de Patrimonio, y pese a acordar varias visitas al yacimiento con el edil responsable, nunca se llegaron a efectuar”. Pese a esta “falta evidente de interés y el silencio posterior hasta hoy, llegamos a pensar –explican- que antes o después se tomarían las medidas oportunas para proteger y señalizar el yacimiento afectado, pero el pasado fin de semana se llevó a cabo la XII edición de la Vertical de Güímar, de gran importancia, y la prueba pasaba precisamente por ese punto”.
Esta popular carrera de montaña contó este año con la participación de 250 atletas y, como subraya el colectivo, atrajo a mucho público aficionado que, “como de costumbre, se desplaza para ver pasar a sus amigos y familiares correr por los diferentes tramos. Esto hizo que hubiera público que se situó sobre este yacimiento, tal y como pudimos constatar al presentarnos en el lugar. Una vez allí y ante la inacción de las autoridades, les pudimos explicar personalmente a quienes pisoteaban -sin advertirlo- los grabados indígenas que en ese lugar se encontraba un valor patrimonial y un Bien de Interés Cultural. Todos sin excepción colaboraron al ser advertidos, no sin mostrar una profunda sorpresa derivada del hecho de no llegar a explicarse cómo dicho enclave sigue sin contar con algún tipo de señalización que pueda evitar que se le causen daños de forma involuntaria”.
“Un BIC catalogado olvidado por las propias autoridades locales”
Por este motivo, los miembros de Imastanen denuncian que un BIC “catalogado sea olvidado por las autoridades locales aunque se encuentra dentro de sus competencias protegerlo, conservarlo, custodiarlo y divulgarlo, entre otras muchas estipuladas por ley. Dado el lamentable estado de la totalidad de yacimientos dentro del municipio güimarero, no es de extrañar que este yacimiento tan poco conocido sea ignorado y expuesto a estos riesgos innecesarios por mera incompetencia. Sabemos que existen fondos públicos disponibles desde el Cabildo insular y Gobierno de Canarias a disposición de los ayuntamientos para efectuar actuaciones dirigidas al cumplimiento de la ley en materia patrimonial. No existe, por tanto -y en esto Güímar no es una excepción en Tenerife-, voluntad real de emprender iniciativas prácticas que velen efectivamente por el patrimonio arqueológico y pongan en valor el legado material guanche que pese a todo, aún resiste”.
Los integrantes del grupo que se apostaron en el enclave conversaron con familias que presenciaron la carrera y, según subrayan, “no salían de su asombro” por la situación. “Sencillamente –señalan a Canarias Ahora-, se hace inconcebible que, conociendo la presencia de estos valores y habiendo sido alertados sobre su fragilidad y vulnerabilidad, no se hayan tomado medidas para velar por su conservación. Ni un miserable letrero, ni un balizado provisional, ni tan siquiera un mínimo esfuerzo por comunicar la presencia del yacimiento a los organizadores. Ni tan siquiera el propio Concejal de Deportes, con quien tuvimos ocasión de hablar para explicarle la situación, tenía noticia de la existencia de estos grabados colindantes con el recorrido de la carrera”, lamentan.
El contraste con la protección de otros elementos patrimoniales
Según recalcan, “la sensación que nos llevamos tras permanecer toda la jornada junto al yacimiento velando por su integridad y ofreciendo información en un enriquecedor diálogo con las personas allí presentes, es que en general la gente cree que el patrimonio guanche es casi inexistente y les alarma muchísimo el hecho de que las propias instituciones competentes no estén haciendo cumplir la ley (Art.17 de la Ley de Patrimonio 25 de Abril de 2019). Y Güímar, insistimos, no es la excepción. Actualmente, en Tenerife no sólo no existe comunicación entre áreas dentro de una misma administración, como ha quedado de manifiesto en éste y otro muchos casos, sino que las diferentes instituciones que deberían velar por el legado indígena no se coordinan entre sí. No se solicitan partidas presupuestarias disponibles y las que sí se movilizan en cuestión de patrimonio van dirigidas, eminentemente, hacia figuras arquitectónicas y etnográficas: parroquias, ermitas, casas señoriales, palacios de apellidos coloniales ilustres y fiestas de toda índole, bajo el pretexto de poseer un interés cultural, reciben inversiones millonarias. Mientras tanto, ninguna actuación se dirige a proteger, divulgar y conservar el legado material guanche”.
El grupo recuerda que Güímar, principal municipio del valle del mismo nombre, “cuenta con centenares de yacimientos catalogados y sitios de interés arqueológico reconocidos como inéditos, a los que se suman muchísimos más no catalogados aún”. Sin embargo, censuran que “sólo se haya puesto en relevancia de forma oficial dos de ellos: Las Pirámides, con su polémica asociada, y la cueva de Chinguaro, con su alteración arquitectónica reciente. Esos son los únicos enclaves que la mayoría de personas conocen en el valle. El entero Valle de Güímar, que cuenta con tres demarcaciones municipales (Arafo, Candelaria y Güímar), sigue sin contar con un solo catálogo arqueológico municipal actualizado”. Por eso, critican que las décadas “sigan pasando y la memoria guanche en Güímar continúa centrada en el retrato colonial del buen salvaje: trogloditas harapientos, rendidos y postrados a los pies de una figura de madera traída por los insignes conquistadores junto a su religión y cultura superiores. Sincretismos aparte, creemos que toda memoria merece el mismo respeto y dedicación, pues cada fragmento de la historia de Canarias es una parte fundamental del puzzle que conforma nuestra identidad presente. Lo que no es de ningún modo tolerable es que, desde el poder público que dice velar por el cumplimiento de la ley, se siga marginando todo lo que tenga que ver con nuestros antepasados y su huella, priorizando la impostura colonial que trató y sigue tratando de borrar su memoria para siempre”.
La respuesta del concejal de Patrimonio
El edil del área de Patrimonio del consistorio, Javier Eloy Campos, explicó este viernes a Canarias Ahora que desconocía los temores y advertencias del colectivo Imastanen, al que pretendía llamar justo después de dar su explicación a este medio, así como al departamento patrimonial del Cabildo. Campos subraya que, de los 16 BIC que tiene Güímar, ninguno se refiere a grabados rupestres y lamenta que, si bien considera fundamental proteger y mantener este legado, no se pueden señalizar precisamente porque así lo estipula la normativa ya que, de lo contrario, “desaparecerían”. Por eso, sostiene que el público puede, al menos desde el desconocimiento, pisar este tipo de elementos si no se le informa porque es como aparcar en un lugar que no cuenta con vado en regla.
El concejal considera que esta prueba atlética es de los actos menos peligrosos para el patrimonio local y sí se muestra muy preocupado con los efectos de las plantas de aerogeneradores de energía previstas en el municipio (y Fasnia), por las consecuencias de las pistas que se habilitarán, así como otros proyectos o afecciones. También recuerda que todo el Valle de Güímar y buena parte del Sur, “desde Hoya Fria a Vilaflor”, está lleno de grabados rupestres y que muchos propietarios de fincas ni siquiera saben que poseen en sus terrenos, subrayando su importancia histórica pero también la de que se siga manteniendo la cada vez más débil agricultura en las Islas.
No obstante, insiste en que se informará de la denuncia de Imastanen y recalca que no supo con antelación de sus temores por la prueba atlética.