¿Alfombras?: si es que queda alguna

Hay división de opiniones sobre lo que debe hacerse con los doce años de gestión que han quedado atrás en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. La tendencia más humanitaria señala la conveniencia de pasar página y no revisar los actos más llamativos de los mandatos de Soria y Luzardo. Mirar al futuro sin pasar factura, vamos. Luego están los más numerosos, los que animan al nuevo equipo de gobierno a levantar las alfombras, correr todas las cortinas, echar abajo los telones de acero, repasar mandamientos de pago y mirar con lupa los pliegos de adjudicación. A estos últimos sugerimos revisar el inventario de bienes porque hasta unos días antes de la toma de posesión del nuevo gobierno había operarios municipales retirando en carritos cuadros, cerámica y hasta vitrinas de las oficinas de la Casa del Marino. Como hizo Luis Soria cuando abandonó la Consejería de Industria, que tuvieron que avisar al administrador de Usos Múltiples cuando vieron que arrancaba hasta con los cuadros de las paredes.