El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Cerrazón frente a sinrazón
La conclusión que se puede extraer de toda esta guerra en torno a El Corte Inglés en Meloneras es que no se puede forzar el asunto ni postular excepciones por un convenio firmado -que podría quedar en papel mojado- ni por el interés de un particular. Pero sí cabría invocar el interés público para acomodar las disposiciones legales y hasta establecer criterios comparativos con el pleito insular de fondo. Pero si lo que se pretende pasa por encima de que San Bartolomé de Tirajana patrimonialice unos enormes recursos frente al interés particular de dos empresas, el Gobierno se consideraría legitimado para responder a la sinrazón con cerrazón. Y a ver quién le diría que no ha actuado convenientemente.
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