Listas para acudir a un pleno

Jornada inolvidable para la libertad (y la seguridad) en Las Palmas de Gran Canaria, gracias, cómo no, al alcalde que tal urbe tiene. José Manuel Soria quería sortear de la manera más acrobática y menos democrática el pleno en el que -como estaba en el guión- la oposición le iba a afear a su partido su postura ante la guerra de Irak. Soria y sus mariachis montaron las contramedidas previstas: gran despliege de la guardia presoriana, luciendo certificado ISO, y mentecatos llenando el salón de plenos en respuesta al requerimiento de la superioridad. Como lo leen, mentecatos que nutrieron una lista que evitara que cualquier ciudadano -protestante o afín- pudiera acudir a un acto público de una Corporación que -en teoría- le representa. Tan fiero fue el control de acceso que sólo la vista de lince de un cabo de la guardia presoriana evitó que Arcadio Díaz Tejera, candidato socialista, se quedara en la calle. Luego vino lo de la Deneuve, que es una dama. Pero llueve sobre mojado. Fascismo que hay.