Nervios en Santa Brígida

No sólo hubo polémica en el último pleno del año en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. En Santa Brígida, donde incluso se conoce la existencia de algún que otro concejal que oficialmente debería estar viviendo de la beneficiencia, hubo tensión. La incansable representante de CC, Victoria Casas, trató sin éxito de arrancar un acuerdo plenario por el que el Ayuntamiento se personara en la causa abierta por la llamada Operación Brisan, en la que se investigan feos asuntos relacionados con presunta corrupción de políticos y funcionarios del consistorio. El alcalde, Lucas Bravo de Laguna, perdió su característica flema británica para ponerse a repetir de modo compulsivo que él cree en la Justicia y que esas cosas que pedía la oposición eran competencia de jueces y fiscales.