Viejos agravios pendientes de resolver

Esto es muy pequeñito y nos conocemos todos. Juan José Cardona, alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, no es nuevo en la política, a la que regresa ahora tras cuatro años en la empresa privada. Antes, entre 2003 y 2007, fue consejero de Turismo bajo la presidencia de Soria en el Cabildo de Gran Canaria. Como presidente del Patronato de Turismo entabló entonces relaciones profesionales con el promotor del concierto de Sting, la empresa canaria Maldito Rodríguez, propiedad del santanderino Roberto Gutiérrez, afincado en la isla hace muchos años. Como responsable técnico del Campeonato Mundial de Windsurfing, Gutiérrez fue convocado un día de 2005 a una reunión en Playa del Inglés a la que asistieron el entonces alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, en la actualidad repuesto en el cargo, y Juan José Cardona, en su calidad de presidente del Patronato de Turismo. Ambos políticos pidieron al promotor que celebrara en Playa del Inglés esa prueba deportiva internacional, históricamente establecida en Pozo Izquierdo (Santa Lucía de Tirajana). El promotor les indicó que la iniciativa tendría un coste de 72.000 euros y que había que plasmarlo todo en un contrato. La respuesta fue afirmativa y el mundial tuvo sede en San Bartolomé ese año. Pero Cardona se marchó de la política en 2007 sin cumplir su compromiso. Gutiérrez ha tenido la desgracia de habérselo recordado recurrentemente. Sigue sin cobrar.