Por el borde del dobladillo

La última hazaña de José Manuel Soria la han visto publicada este sábado, y nuevamente tiene que ver con un asunto de protocolo y con el afán que tiene por salir en todas las fotos como el macho de las cañadas, el que preside, otorga y retira la palabra. Ya les contamos que ocurrió lo mismo el jueves en la toma de posesión de Ángel Luis Tadeo, cuando obligó a la Cámara de Comercio a cambiar todo el orden del acto porque el señorito se empeñó en hablar. Pero este viernes ha ocurrido en el auditorio Alfredo Kraus en las horas previas a que se celebrara un acto institucional y académico al que acudían los familiares y amigos de los alumnos del turno de tarde de Derecho. Una golosina electoralista que Soria no se piensa perder de aquí a mayo. Frente a sus caprichos y pretensiones, el Decreto de Precedencias, es decir, el protocolo de Estado.