El juez no contesta al Ayuntamiento

Al periodista en cuestión, seguramente aleccionado por la corriente imperante de poner a caer de un burro a todo lo que huela a Paulinato dentro de CC, le habría bastado con leerse el escrito (que no carta) dirigido en marzo pasado al juez que ha de conocer el largo y tortuoso contencioso-administrativo de la Junta de Compensación del Polígono de Las Teresitas. Porque todo está en los papeles, que diría el clásico. El primer hallazgo que encontrarían nuestros colegas sería la firma del escrito: el letrado municipal Ruyman Torres Pérez, adscrito a la Gerencia Municipal de Urbanismo. Por lo tanto, de negarse una respuesta, esa negativa habrá de ser al Ayuntamiento de Santa Cruz, y no al alcalde. El escrito, de doce densos folios, describe un complejo contencioso, con resoluciones incumplidas de por medio, que tiene sublevados a propietarios de la referida Junta de Compensación. Y es en los dos folios finales donde el letrado pide del juez que adopte como medida cautelar -en lo que se ejecutan unas sentencias ya firmes- que ordene a determinados propietarios a dejar expedito un camino ahora obstaculizado por un contenedor de carga que impide ejecutar una obra de acceso al campo de fútbol de San Andrés. Un suelo, el ocupado por este propietario, que es de uso educativo. De haberse repasado este escrito, el periodista y el PP, que tanto monta monta tanto, habrían comprendido que al tratarse de un escrito de parte en una causa en la que hay personados tropocientos interesados, el juez está en la obligación de dar traslado a cada uno de ellos, de modo que puedan alegar en favor o en contra de los considerandos y de las medidas que se pide adoptar. Y eso, queridísimos y sufridos habitantes de los alrededores de Buenos Aires, o de aires regulares, lleva su tiempo entre que van, contestan, vienen y el juez estudia cada respuesta para tomar una decisión y volverla a notificar a las partes. Qué se le va a hacer, es la justicia garantista que tenemos que se toma un tiempo imposible de acortar. Lo sufre el Ayuntamiento, pero sobre todo los vecinos afectados. Es lo que tenemos.