Sin mano izquierda

Ahora, en un momento tan delicado para el futuro de la UD, empantanarse en el pasado sólo reiteraría errores de antaño. Como dejar en manos de otro agente de jugadores (ya tiene el título oficial) el proyecto deportivo amarillo y, sobre todo, a un teórico del fútbol con muchísima información, pero sin mano izquierda para manejar con tino a un complicado grupo humano como siempre es una plantilla de futbolistas profesionales. Su etapa anterior en la UD está llena de ejemplos de falta de feeling con la mayoría de los jugadores como para no confiar demasiado en el éxito. Y su intento desesperado la temporada pasada con el bluff Stambouli -aquel desconocido que entrenó al equipo un día y salió corriendo tras perder en Algeciras diciendo que los jugadores no eran cariñosos con él- nada bueno promete. Nunca segundas partes fueron buenas. Aunque defienda a muerte el quinto puesto de Josu Uribe - tenía un equipazo para volver a Primera- en su temporada al frente de la UD. Mejor dejarlo estar.