Las nocivas mezclas

Para la tranquilidad de nuestros lectores y del escribidor de tan disparatado comunicado, les aclaramos que Aevic se refiere a Luis Hernández y a aquellas declaraciones que hizo hace unos cuantos meses contra Lopesan por presentar un recurso contra la adjudicación del dique Reina Sofía. Hernández, un fiera cuando suelta la lengua a paseo, dijo que Lopesan estaba rascado, que tenía una empresa de aceite y vinagre y -atención- que no tocaría bola en su vida. Es decir, que no le iba a adjudicar una obra pública en el Puerto mientras él fuera el macho de las cañadas. De ahí que Lopesan se encochinara aún más y que de aquellos polvos vengan estos lodos. El autor del comunicado de Aevic no pudo encontrar mejor calificativo para los comentarios de Luis Hernández que el de “ordinarios”. Un desmelene, vamos, que se torna oráculo cuando llega a afirmar que “para un adecuado funcionamiento de la vida económica, no se deben mezclar las actuaciones institucionales con las políticas”. Perdón, ¿me lo puede repetir?