No quería ni recoger la convocatoria

No goza de gran predicamento político Águeda Montelongo entre las fuerzas políticas que conforman la Corporación majorera, porque todavía están demasiado recientes sus trapisondas como consejera del Cabildo en el pasado mandato, cuando compartió gobierno con Coalición Canaria y gestionó el Patronato de Turismo como si fuera su propia agencia de viajes. En la moción contra el campo de tiro de Pájara tenía que enfrentarse contra un peso pesado del nacionalismo majorero, Lázaro Cabrera, al que señalaba constantemente, seguramente por instigador de una polémica que el PP ha conseguido reactivar. Cabrera, concejal en Pájara, fue uno de los más encendidos defensores de una moción similar el día anterior en ese Ayuntamiento, que también se ha opuesto al campo de maniobras en su territorio, especializado en explotaciones turísticas. Por todo ese ramillete de sofocones que se tuvo que meter entre pecho y espalda la presidenta del PP en plena Semana Santa, mejor hubiera hecho en no constituirse en el Cabildo. Bueno, de hecho lo intentó porque no vean cómo tuvo que aplicarse el funcionario que pretendía entregarle el día anterior la convocatoria del pleno. El pobre notificador hasta se tuvo que hacer a un lado ante el peligro de ser arrollado por el coche de la señora Montelongo, que miraba para otro lado como haciéndose la tontita.