Dieciséis años cárcel para el joven que mató al hombre con quien mantenía sexo por dinero

La Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a 16 años de prisión por asesinato, y a seis meses por tentativa de hurto, al ciudadano brasileño que, en octubre de 2016, mató a golpes y cuchilladas en San Fernando de Maspalomas (Gran Canaria) al hombre con quien mantenía relaciones a cambio de dinero.

El fallo, dictado de acuerdo con el veredicto emitido por el jurado el pasado 3 de abril, aprecia las atenuantes de confesión y arrebato, indica el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) en un comunicado.

Además de la condena penal, la sentencia impone al acusado la obligación de indemnizar a los dos hermanos del fallecido con sendas indemnizaciones de 15.400 euros.

La sentencia considera probado que el acusado conoció a la víctima, de 65 años, en un local de Madrid en septiembre de 2016, y ambos pactaron viajar juntos a Gran Canaria “para mantener relaciones sexuales continuadas a cambio de un precio de 2.000 euros”.

Con ese fin, la víctima abonó los billetes de ida y vuelta del acusado, que llegó a la isla el 1 de octubre de 2016 desde Madrid, con la intención de volver el día 18 de ese mismo mes.

El 10 de octubre, el condenado mantuvo una acalorada discusión con la víctima por el pago del precio previamente convenido, cerca de la casa de esta última.

Tras la discusión, el condenado “agarró una figura de bronce con forma de Buda y lo golpeó repetidamente en la cabeza, tras lo cual, propinó a L. una patada en la espalda y le golpeó fuertemente en repetidas ocasiones, motivo por el cual la víctima se desplomó sobre el suelo”, indica la sentencia.

A continuación, el acusado cogió unas tijeras y “con gran violencia” se las clavó a la víctima al menos en cincuenta ocasiones en distintas zonas de la cabeza, cuello, tronco, hombros, brazos y manos“, lo que le causó la muerte.

Aprovechando su fallecimiento, el asesino le sustrajo las joyas que portaba, el ordenador, el móvil y un reloj, objetos que fueron recuperados por la familia del fallecido posteriormente.

La sentencia declara probado que el acusado actuó “en una situación de arrebato que alteró sus facultades intelictivas y volitivas en el momento de la comisión de los hechos”.

Asimismo, agrega que, aunque en un principio se mostró reticente a cooperar, posteriormente colaboró, confesó su autoría y mostró arrepentimiento.

La sentencia es susceptible de recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.