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Un paraíso llamado Cabo Polonio: la playa perfecta de la costa del Uruguay

Casa multicolor en Cabo Polonio, la playa más codiciada por los mochileros en Uruguay. iAudioguide

Viajar Ahora

En el pueblo que se esconde tras las dunas el tiempo corre de manera distinta. El día empieza pronto, no más sale el sol de la raya perfecta del Atlántico, y termina cuando la luz del día se muere y todo queda a oscuras. Hasta el pueblo que queda detrás de las dunas sólo llega la electricidad que da vida al faro y a través de un par de paneles solares; las casas, generalmente, se alumbran con lámparas de queroseno, velas o linternas a gas –aunque ya hay alojamientos hasta con wifi-. Y para llenar las jofainas de agua hay que ir hasta el pozo y darle a la bomba de mano. Los dos centenares de casas se desparraman por la escasa porción de roca y hierba que queda enclaustrada por las arenas de playas kilométricas que van para el sur y para el norte creando extensos bajíos y campos de dunas que forman un Parque Nacional. Tampoco llega el coche hasta aquí. Sólo un par de camiones que transportan a los viajeros y viajeras hasta y desde el parquin habilitado junto a la Ruta 10.

Cabo Polonio es un paraíso. Uno de los de verdad. No hay palmeras, ni arrecifes de coral y el agua está algo más que fresquita que en los trópicos; pero es uno de esos rincones del mundo que no dejan indiferente. Un lugar en el que, realmente, desconectas. Un sitio ideal para pasar unos días de absoluto relax en un viaje largo que incluya a Uruguay o para una escapada de un par de días si nos lees desde aquella parte del mundo. A 263 kilómetros de Montevideo, la capital uruguaya, y a 144 de la exclusiva Punta del Este, el balneario de los ricos de esta parte del mundo, esta playa se ha forjado justa fama como hito del turismo alternativo y escala casi obligada de la legión de mochileros que recorren Latinoamérica en sus travesías. Un lugar fantástico de ambiente alternativo en el que restaurantes, bares y alojamientos se instalan en pequeñas cabañas.

COMO LLEGAR .- Si vas en coche, la única opción es la Ruta Nacional 10, la carretera que recorre la costa atlántica del Uruguay desde la localidad de Maldonado. Como te decíamos antes, la distancia desde Montevideo es de 263 kilómetros y de 823 kilómetros desde Buenos Aires (por carretera) -500 si se toma el ferry hasta Colonia del Sacramento-. La ruta te deja en el paraje conocido como la Puerta del Cabo, un lugar donde hay estacionamiento que cuesta unos seis euros al día. Desde ahí parten los camiones (6,2 euros el billete de ida y vuelta) que llegan al pueblo atravesando el campo de dunas. Hay una parada de autobús en la Puerta del Cabo. Las empresas que llegan hasta aquí son Rutas del Sol y Cot. Un billete desde Montevideo ronda los 18 euros. Los aeropuertos más cercanos a Cabo Polonio son el de Punta del Este (95 kilómetros) y el de Montevideo (180 kilómetros).

Mucho más que playa

Las dos enormes playas son la principal atracción de Cabo Polonio: Calavera, al norte, y Playa Sur en el sentido opuesto. Ambas son espectaculares aunque la segundo está más al resguardo del viento. Impresionantes en verano, cuando las frías aguas del Atlántico Sur nos dan un respiro y puedes remojarte sin miedo a la hipotermia, e imponentes en invierno, cuando apenas hay gente en el lugar. Las dos playas cuentan con olas correctas para hacer surf y los pescadores locales ofrecen excursiones de pesca por las inmediaciones. Otro clásico es visitar el faro, una construcción de finales del siglo XIX que se levantó en el lugar para acabar con los naufragios habituales que se sucedían en la zona. En torno al faro, al que se puede subir, se instalaron las primeras familias de pescadores que, prácticamente, vivieron aisladas hasta que en los años 70 el lugar fue ‘descubierto’ por los hippies latinoamericanos. Los pescadores aún viven en las inmediaciones de Playa Calavera . Sus casas de madera fueron el modelo que tomaron los nuevos habitantes para construir el Cabo Polonio de nuestros días.

Otras actividades típicas del lugar son las cabalgadas (paseos en caballo) por la orilla del mar, los paseos por el campo de dunas hasta el vecino Balneario de Barra de Valizas y la visita a la Colonia de Lobos Marinos que viven de manera permanente en las inmediaciones del antiguo faro. La época de cría se inicia a finales de la Primavera y se intensifica en pleno verano, cuando las hembras y los lobitos crean un verdadero escándalo. La mayoría de los que se acercan hasta aquí visitan el lugar en una excursión de un día: pero hay que tratar de pasar, al menos, una noche. La ausencia de alumbrado público permite ver uno de los cielos más limpios de Uruguay. Una verdadera gozada. Los ranchos y cabañas iluminados con velas y faroles se suman al encanto de un lugar único. Muchos de los bares y alojamientos ofrecen música en directo.

ALOJAMIENTO EN CABO POLONIO.- Antes de decir nada más tienes que saber que no está permitido acampar en el lugar. Si vas con tienda de campaña (carpa) te la retienen al ingreso y te la devuelven a la salida. La única manera de dormir bajo techo es en uno de los muchos alojamientos del lugar. Hay un pequeño hotel pero los precios están en torno los 130 euros la noche. Otra opción son los hostels, los ranchos y las cabañas. Los precios rondan entre los 50 euros de las opciones más caras y los 25 de los hostels y albergues más económicos. En la página web de Cabo Polonio puedes consultar la oferta hotelera del lugar. La oferta de restaurantes es, también, bastante limitada y los precios no son baratos. Los lugares de mejor nivel son La Perla del Cabo (Tel: +598 9492 1037), con una carta centrada en los productos del mar (hay platos vegetarianos); el Boliche de Chiche –excelentes pastas frescas- y La Golosa (Tel: +598 99 690 157) con comida aceptable pero postres espectaculares.

CUANDO IR A COBO POLONIO.- En verano hace calorcito y el mar está un poco más templado (medias de 22 grados entre enero y abril con máximas de 23 en febrero) pero es difícil encontrar alojamiento y las playas están repletas de gente. La mejor época para visitar el lugar es a finales de la Primavera austral (noviembre-diciembre) o a principios del otoño (finales de marzo-abril) cuando las temperaturas son agradables y no hay tanta gente. Los inviernos aquí son fríos, pero las playas solitarias tienen su encanto.

Fotos bajo Licencia CC: Jimmy Baikovicius ; iAudioguide ; Piola! interactive ; Casas en el Este ; Nico Pereira ; Andreas Kambanis

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