El Pinar celebra la declaración como BIC de la Fiesta de la Cruz
El Ayuntamiento de El Pinar de El Hierro destaca la decisión del Consejo de Gobierno de Canarias de declarar la Fiesta de La Cruz del municipio como Bien de Interés Cultural (BIC) y confía en que esta iniciativa ayude a mantener y difundir el legado cultural de la localidad.
El alcalde, Juan Miguel Padrón, se muestra muy satisfecho de que por fin la fiesta haya sido declarada BIC tras un proceso que se inició en mayo de 2012, cuando todavía no hacía un año de su toma de posesión como alcalde en la legislatura pasada.
Esta declaración “supone un reconocimiento a una de las fiestas más tradicionales del municipio, único lugar en la isla donde se ha conservado hasta la fecha esta celebración, salvaguardando gran parte de sus detalles, rasgos y señas originarias”.
En su opinión esta declaración “contribuirá, además, a garantizar la transmisión a generaciones futuras de la idiosincrasia de La Cruz”.
La concejala de Patrimonio, Magaly González, manifiesta que esta declaración engrandece nuestro patrimonio que engloba y abarca el resto de ámbitos municipales: turístico, etc.
El Consistorio quiere también agradecer a los técnicos que han participado en el proceso su colaboración e implicación, así como al pueblo de El Pinar en general y a todas las personas que tienen una relación directa con esta emblemática fiesta y hacen y han hecho que la misma llegue hasta nuestros días.
La Fiesta de La Cruz de El Pinar se encuadra en la categoría de conocimientos y actividades tradicionales en el ámbito local, como una de las celebraciones más singulares de El Hierro, tanto por su marcado carácter etnohistórico como por el alto grado de participación popular.
Rivalidad
La Fiesta de la Cruz, celebra sus peculiaridades. Aunque ha ido evolucionando, se mantiene la rivalidad entre los barrios de Taibique y Las Casas, materializado en la confección de sus cruces por las mujeres del pueblo.
Asimismo, la fiesta hereda y mantiene valores culturales merecedores de ser protegidos, investigados y divulgados porque confluyen manifestaciones de la religiosidad y de la etnografía de gran interés no sólo para El Hierro sino para todo el ámbito canario.
Está suficientemente acreditada su historia, singularidad y arraigo en este municipio herreño, además de resaltar su potencial como recurso turístico para el desarrollo local.
El proceso de “vestir” la cruz -diseñar y decorar o engalanar-, parte de una estructura de madera compuesta por una base sobre la que se asientan tres elementos más: dos barras laterales mediante las cuales se sostiene y traslada todo el elemento, un pedestal sobre el que se asienta una cruz y cuatro mástiles (“andas”) rematadas por un techo.
Normalmente, la propia estructura se forra de tela que se decora con diferentes materiales y elementos: flores, frutas, joyas, bisutería, etc. La Cruz central se engalana, entre otros elementos, con joyas prestadas para este fin.
En la víspera de la Fiesta se exhiben las cruces que se han elaborado con mucha discreción, pues hasta ese momento sus creadoras guardan con celo cualquier dato respecto a su diseño.
El día 3 de mayo de cada año se inicia la Fiesta cuando, al toque de pito, el grupo de bailarines hace la venia y las mujeres que han engalanado las cruces las levantan e inician la procesión, saliendo cada una de su lugar de origen: Taibique y Las Casas. Como en la mayoría de las procesiones de la isla de El Hierro, las cruces son acompañadas por el grupo de bailarines y tocadores, debidamente ataviados, seguidas por la comitiva.
El recorrido busca el encuentro de ambas cruces, que suele acontecer en el Pino de El Granadillo. Tras el encuentro, ambas cruces continúan su trayecto hasta la Iglesia de San Antonio Abad, en Taibique, donde se celebra una Misa Solemne.
Tras la Misa, las dos cruces, acompañadas por la imagen de la patrona del lugar, Nuestra Señora de La Paz, salen nuevamente en procesión por los lugares de costumbre, realizando una parada en la Plaza de San Esteban, en El Gusano, y continuando el recorrido hasta la parte baja de Taibique, retornando a la Iglesia de San Antonio Abad, donde dejan a la imagen de la patrona, para continuar su camino hacia la Plaza Matías Padrón, donde en los últimos años se ha continuado la fiesta de la tarde.
