La Caldera de Taburiente sigue en situación de sequía pese a las intensas lluvias

La Caldera de Taburiente (en la imagen), pese a las intensas lluvias registradas en las últimas jornadas, continúa en situación de sequía.

Martín Macho

El Paso —

Desde mediados del pasado mes de febrero de 2018 hasta principios de marzo, en las zona media-baja (cota 800) del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente ha llovido más que en todo el año 2015. En concreto, en el reseñado periodo del presente ejercicio, las precipitaciones registradas han dejado 310,5 litros por metro cuadrado (m2), mientras que durante 2015 solo se recogieron 247,8 litros. Asimismo, la lluvia caída en los dos primeros meses y un día de 2018 (330,6 litros) supone casi el 75% de la recogida a lo largo de 2017. En ese año los aguaceros dejaron en total 445,1 litros por m2. No obstante, dado el amplio periodo de escasas lluvias que se viene sufriendo en el entorno, La Caldera de Taburiente continúa en situación se sequía, ha subrayado el director-conservador del Parque Nacional de la Isla, Ángel Palomares.

Palomares explica que las copiosas lluvias registradas en los últimos días “han venido bien para la vegetación, pero tiene que llover todavía bastante más para que se recarguen las fuentes y pequeños manantiales de La Caldera”. Estas precipitaciones “darán vida a las plantas solo durante tres meses”. Luego, si no siguen los chubascos, se verán de nuevo afectadas por la falta de agua. Apunta que “solo en el camino de Los Brecitos, debido a la sequía, se han secado muchas fayas que habían resistido a incendios”.

Las plantas del Parque Nacional de La Palma que más notan la sequía son las más pequeñas o las que crecen en zonas de mucha humedad, como el amagante, la ageratina, la cola de caballo o, en el caso de árboles, la faya.

La reseñada sequía de la parte media-baja de La Caldera de Taburiente no se puede extrapolar al resto de La Palma, añade Ángel Palomares, aunque “puede servir de referente para Los Llanos de Aridane y la parte baja de Tijarafe”.

En 2017 no llovió nada en enero, junio, julio, agosto, septiembre y octubre.

En 2016, en total, se recogieron 547,2 litros por m2; en 2015, 247,8 litros; en 2014, 436 litros, y en 2013, 765 litros por metro cuadrado.

El año que, en los últimos 39, llovió más fue 2010. En ese ejercicio se recogieron en la zona media-baja de La Caldera de Taburiente un total de 2.249,5 litros por m2. En el polo opuesto se sitúa 1980. Ese año las precipitaciones únicamente dejaron 128,7 litros por m2.

Etiquetas
stats