El Ministerio y la industria se oponen a que Canarias tenga más atún rojo

Descarga de túnidos en contenedores especiales

EFE

Madrid —

Los representantes de los pescadores españoles han mostrado hoy sus diferencias sobre el reparto de las cuotas de atún rojo y la preocupación por la afluencia de barcos franceses o irlandeses a la costera del bonito, en una reunión con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

La Secretaría General de Pesca del Ministerio ha debatido con el sector sobre la asamblea de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), que se celebrará entre el 14 y el 21 noviembre en Vilamoura (Portugal), para negociar capturas de especies como el atún rojo, el bonito o el pez espada. A la reunión de hoy han asistido armadores, cofradías, ONG y representantes autonómicos.

Para el atún rojo del Mediterráneo y del Atlántico oriental, España defiende un incremento de las capturas superior al previsto para 2017 (+20%) por la abundancia de la especie. La secretaria general adjunta de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), Rocío Béjar, ha defendido, en declaraciones a Efeagro, que esa subida sea superior al 20% y que el reparto nacional de la cuota se mantenga sin cambios, según los criterios acordados en 2008.

Por el contrario, el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Canarias, Fernando Gutiérrez, ha pedido una modificación de la distribución nacional de cuotas, de manera que favorezca a la flota artesanal. Gutiérrez ha declarado a Efeagro que la distribución actual supone una “grave injusticia” que debe corregir el Gobierno. Canarias tuvo permisos en 2016 para 140 toneladas (4% del total) y, si no hay cambios en los porcentajes de reparto para 2017 y la subida de cuota española es del 20%, solo sumaría 28 toneladas más el año próximo. Las islas aspiran a tener el 10% de las licencias nacionales, nivel del que están muy lejos a día de hoy.

Por su parte, la representante de Cepesca ha argumentado que el reparto de cupos de atún rojo se estableció siguiendo criterios como el empleo o capturas históricas y fue “doloroso para todos”, pues en su momento la especie estaba en mala situación. Béjar ha defendido la clave de reparto actual para garantizar la “seguridad jurídica” de las empresas.

Según las fuentes del sector, el Ministerio ha señalado que por el momento no va a cambiar los criterios de distribución de cuotas. En este sentido, Gutiérrez ha confirmado que los pescadores canarios -secundados por otros del Mediterráneo- están ultimando una concentración en Madrid para reivindicar un reparto “más justo”.

En relación con el bonito del norte, la representante de Cepesca ha mostrado la preocupación de la flota gallega por el incremento de la presencia de barcos arrastreros pelágicos de Francia o Irlanda en la costera -cerrada actualmente para los buques españoles-.

Los armadores españoles, según Béjar, son “conscientes” de que los franceses o irlandeses faenan con su cuota, legalmente, pero se genera conflicto y además se trata de arrastre pelágico, modalidad prohibida para la flota bonitera española. Por su parte, Gutiérrez ha criticado la falta de información a los buques cuando se cerró la costera.

En cuanto al ICCAT, España pedirá un incremento de cuota del bonito para los próximos tres años.

La Administración y el sector también han hablado sobre el pez espada del Mediterráneo, en situación delicada y para el que la Comisión Europea (CE) propone un plan de recuperación que incluya el establecimiento de un total admisible de capturas (TAC).

Cepesca ha rechazado un TAC, porque considera que como se limite el pez espada por cuotas se van a ver penalizados los barcos españoles y supondrá la “legalización” o regularización de capturas de flotas, como la de Italia, que utilizan artes ilegales, como redes de deriva.

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