Amar es para siempre encara ya sus últimos días en Antena 3, que emitirá la próxima semana el capítulo final de su histórica serie. Mientras tanto, los personajes se preparan para su despedida definitiva, con una inesperada decisión de Pelayo que ha dejado en shock a su hijo Marcelino.
Aprovechando el reencuentro de la familia Gómez, con el regreso de los hijos de Marcelino y Manolita a la emblemática Plaza de los Frutos, Pelayo celebró una comida en El Asturiano en la que comunicó a los suyos el giro que ha decidido darle a su vida.
El protagonista, interpretado por José Antonio Sayagués, quiso hacer un brindis para anunciar que había decidido jubilarse: “Las cosas suceden por algo, por eso esta reunión me viene bien para contaros algo muy importante”, empezó diciendo en el comienzo de un emotivo alegato.
“Cuando alguien encuentra su verdadera vocación en la vida, y la puede seguir adelante, acaba entrando en la plenitud. Este bar ha servido para sacar adelante a una familia y para dejárselo a mi hijo”, prosiguió muy serio el hombre.
Fue entonces cuando Pelayo comunicó su determinación: “Ha llegado el momento de deciros que tengo que colgar las botas”, declaró, dejando a Marcelino descolocado. “¿Qué dice usted? ¿Te vas a jubilar? Usted no se puede jubilar”, señaló confundido. “Me tengo que jubilar, no me queda más remedio. Tengo que atender al amor de una mujer”, explicó el patriarca, que dejó muy afectado a su hijo.