Emilio Luque ha operado siempre como si tuviera una empresa privada, además suya toda ella, por más señas. No tuvo controles nunca, si acaso aquella obligación de contarle algo a José Miguel González, su superior en la jeraraquía de ATI. Mauricio es experto en alcanzar aquello que nadie alcanzó, como ha quedado demostrado siempre. Pero ojo, que quien conozca la ésta es su vida de Luque, conoce la vida de ATI, el principal aliado de Mauricio, por lo que tenemos que pensar que a lo mejor no conoce el tamaño del jardín en el que se ha metido. Pero con Mauricio o sin él, ya les adelantamos que nosotros les daremos lo que este hombre ha ganado en concepto salarial durante los últimos cuatro años. Y habrá escándalo.