Ahora le toca al Nublo

Dice Soria que los psocialistas están fritos por sustituirlo en el pacto. En circunstancias normales pudiera ser, no digo que no. Pero en las actuales sería del género tonto. El desprestigio del Gobierno y de los dos partidos que lo sostienen en el Parlamento no lo aconseja. En su reciente Congreso, CC mostró incapacidad de regeneración y apuntó al soberanismo para vestir al muñeco. Paulino salió tocado pero sigue al frente del Gobierno y Soria continuará respaldándolo porque ya me contarán adonde va a ir, si no. En el juego de dos sillas para tres no conviene a los psocialistas tratar de hacerse con la del PP para ocuparla ellos. Les interesa dejarlos apurar solos el cáliz.

Me voy a un asunto más entretenido. O sea, al comentario de El Día sobre la nevada del Teide. Daba por supuesto el chafardero que esa imagen “constituirá una pesadilla para los resentidos de la isla tercera”, que somos, además, “envidiosos”, “embusteros”, etcétera. Menos mal que en plan de te lo digo al revés para que me entiendas daban gracias a Dios porque el “endeble Roque Nublo” no se ha venido al suelo, como su dedo agaetense. Asegura, primera noticia, que los canariones equiparamos el Nublo al Teide y cubrimos las cumbres de césped y pinos artificiales (¿de plástico, quizá?) Olvidan que el Teide está integrado en el paisaje de la ciudad de Las Palmas y que lo vimos la semana pasada en todo su esplendor, maravillados, desde Las Canteras y todo el norte y las cumbres de la isla; lo que nos ahorra este año cubrir de harina la montaña de Gáldar para sacarle fotos “invernales” y engañar a los turistas.

El Teide, en fin, llenará los acuíferos y tendrán los tinerfeños “agua pura y no salobre, como la que beben desde siempre en Las Palmas”. Ni desalinizar sabemos, oye. Si no es una enfermedad que venga Dios y lo vea.