¡Ya está bien!

En los últimos días se ha comentado en prensa y radio (incluidos los de Tenerife) la carta que el profesor tinerfeño Garí, ha escrito en diferentes medios de la isla hermana criticando la actitud del editor de El Día“. Él, como otros tinerfeños, se siente abochornado.

El señor Rodríguez, por el contenido de sus soflamas, hace lo que podría incluirse dentro de “periodismo basura”. Una persona que no intenta aglutinar a los que vivimos en este archipiélago, sino todo lo contrario. Basándose en absurdos argumentos considera que nuestra isla, “la tercera en tamaño”, no merece ser llamada Gran Canaria, como si la grandeza y valía de las personas y cosas se calibraran por su tamaño.

Aparte de que, a su “corto” juicio, es una tierra fea, no tiene bosques y ni siquiera merece que la consejera de Turismo se gaste un duro en ayudar a mantener y desarrollar la industria que mantiene a miles de grancanarios. Con esa trayectoria tan pérfida, que ha ido acrecentándose en los últimos años, no llegamos a entender que en más de una ocasión haya aspirado a que le concedieran el Premio Canarias de la Comunicación, y mucho menos que perciba del gobierno autónomo subvenciones y prebendas, como la concesión de empresas audiovisuales. Si se le concediese ese reconocimiento sería una injusticia y un insulto a todos los canarios, y demostraría, una vez más, que el actual gobierno autónomo se mueve por unos intereses que nada tienen que ver con lo que demandan los habitantes de las islas.

Creo que es hora de que la corporación insular de una isla tan ofendida como la nuestra tome cartas en el asunto y presente una querella contra El Día y su editor, pues tienen sobrados motivos para hacerlo, de la misma forma que ha denunciado al Patronato de Turismo de Tenerife por la utilización de imágenes de las Dunas de Maspalomas Gran o de algunas de nuestras playas para sus folletos turísticos (publicidad engañosa) Además, el Cabildo que se supone que es el que tiene que defender a Gran Canaria, debería estar apoyado por todas las corporaciones locales y principales instituciones, que representen a los ciudadanos de esta isla Pero mucho ojo: no se trata de una lucha contra Tenerife y sus habitantes, sino contra esta empresa editora y ciertas actitudes del Gobierno regional más dispuesto a mirar hacia otro lado y a hacer la vista gorda que a recriminar el morboso odio que don José Rodríguez siente por Gran Canaria. José M. Balbuena Castellano