Las empresas y sus súper héroes

Estos días pasados hemos presenciado en los dos debates de investidura una amplia muestra de diferentes actitudes, lenguajes, intenciones, creencias y rasgos de personalidad. Cada orador provocaba con su discurso diferentes emociones y reacciones en el resto de grupos y el aplauso incondicional de su bancada como denominador común. Hemos oído decir muchas veces que somos lo que comemos, yo añado convencida, somos también lo que pensamos. La calidad de nuestros pensamientos , de ese diálogo silencioso que mantenemos continuamente con nosotros mismos, condiciona y mucho la impresión y los efectos que causan nuestros discursos públicos y nuestros actos en los demás. La idea de vivir en un mundo sostenible, saludable no tiene que ver solo con la manera de relacionarnos con nuestro entorno sino en primer lugar, con la interpretación que hacemos sobre lo que sucede a nuestro alrededor o a nosotros mismos y cómo decidimos que nos afecte. A partir de aquí manifestamos al mundo a través del lenguaje nuestra posición ante lo que acontece. El lenguaje es , entre otras cosas, un vehículo para establecer o reestablecer relaciones. El tipo de relaciones que se quieran mantener con terceros, dependerá en una parte muy importante en cómo lo manejo: las palabras que escojo, lo que digo y lo que callo, el tono que elijo y mi postura corporal construirán mi mensaje. Hubo mucho donde elegir en estos discursos de investidura. Más allá de contenidos e ideologías, me centraré en algunos rasgos y tipos de liderazgo que podemos reconocer en cualquier empresa u organización. Lo expongo de la siguiente manera, aquí va una de súper héroes:

Vengator: Aquel que azuza el odio o rencor reclamando para un grupo una justicia que nunca llega. Pone la atención en el pasado y en el problema donde encuentra su justificación para existir. Se siente cómodo en la queja. En la empresa actúa como saboteador del avance y la innovación. Frenará cualquier posible solución que no pase por satisfacer completamente su demanda. Trabaja desde la premisa “ yo gano- tú pierdes” así que de las negociaciones saldrán vencedores y vencidos.

Controlator: Cultiva el miedo a algo terrible que llegará ( caos, malos resultados económicos, quiebra, pérdida de clientes…) para justificar sus actos. Solo cabe someterse y obedecer. No permite aportar o cuestionar ideas, procesos o personas. En el cumplimiento de las órdenes y el seguimiento de los protocolos encuentra el trabajo bien hecho. Fomenta la lealtad frente al mérito. Controla y supervisa el trabajo de los demás. Este tipo de líder promueve equipos inmaduros e insatisfechos. Es el enemigo del talento. Trabaja desde la premisa “ yo siempre gano”.

Bigdater: Se mueve en el terreno de los datos objetivos, no le interesa despertar emociones. Expone su realidad basándose en hechos o datos necesarios para la gestión de los asuntos . Los expone , nos guste o no, con claridad y los defiende como razón fundamental para tomar esas decisiones importantes. Su , a veces, “superioridad moral” estriba en el conocimiento de esos datos o información. En la empresa podemos reconocerlos con mayor facilidad en el departamento financiero. Huyen de la creatividad. Su estrategia es. “ yo gano y ya verás como tú también ganas”

Constructor: Es el constructor de puentes, el mediador. Tiene la vista puesta en buscar soluciones. En la empresa es bueno liderando proyectos y personas. Su fuerte es proponer, mediar, conciliar posturas para llegar a soluciones o alcanzar resultados. Maneja la diversidad y está abierto a propuestas diferentes, innovadoras y al talento. Buen comunicador con una inteligencia emocional desarrollada. Trabaja desde la premisa ( win-win) “ganamos los dos, ” como base para establecer relaciones duraderas. Se rodea de buenos profesionales con los que establece relaciones de colaboración y no de competición.

Cada uno de nosotros puede actuar como cualquiera de estos súper héroes o como varios a la vez según ante que situación o persona nos estamos enfrentando, aunque mostramos una tendencia a actuar como alguno de ellos en concreto. La mayoría de nuestros conocidos coincidirían en vernos reflejados en algún modelo concreto. Desde aquí me gustaría lanzar una pregunta que me parece importante para comprender qué modelo de sociedad estamos construyendo: los palmeros entregados a su líder ¿ Qué aplauden exactamente? ¿La humillación del vencido o la victoria del ganador?

Personalmente me provoca sorpresa y rechazo cada vez que veo como seguidores incondicionales vitorean a su líder cuando supuestamente ha vencido a su contrincante y si le ha humillado, más aplauden. Se comportan como contrincantes por lo que habrá vencedores y vencidos. Mientras los egos luchan, el proyecto común, el fin último se aparca. Y las masas, los espectadores , nosotros ¿De qué manera tomamos partido o alimentamos estas actitudes? ¿Se refleja este proceder en nuestro día a día?

Por mi profesión, tengo el privilegio de observar los efectos que produce en las personas y en los equipos, los distintos tipos de liderazgo que son ejercidos en las empresas. He acompañado a equipos cuyos líderes eran auténticos Constructors. Líderes centrados en las personas , en la calidad de las relaciones que establecen entre ellas y sus departamentos, en la profesionalidad y bienestar de las mismas como modelo de gestión de sus empresas. Compruebo una y otra vez lo enriquecedor y productivo que resulta para las empresas fomentar entornos y crear una cultura donde las personas y los equipos puedan hacer propuestas, peticiones de cambio, conocer abiertamente y desde el respeto las necesidades reales de cada departamento , establezcan relaciones de colaboración entre ello y manifiesten ilusión por avanzar juntos hacia un objetivo común. Estos líderes facilitan e invitan a sus equipos a construir entre todos algo que les aporta valor. Esos líderes no tienen palmeros ni cámaras de televisión, tienen la firme voluntad de mejorar sus empresas y con ello su calidad de vida y la de sus empleados y por ende, la satisfacción de sus clientes. Estas empresas se encuentran aquí, en Canarias haciendo su labor día a día y aportando valor a nuestro tejido empresarial, a nuestra sociedad . Desde aquí les quiero dedicar a todos estos Constructors y a sus empresas , un aplauso silencioso, mi reconocimiento y sobre todo, mi agradecimiento por contribuir a crear un modelo para esta sociedad canaria basada en relaciones sostenibles, saludables y enriquecedoras.