Espacio de opinión de Canarias Ahora
Polonia, de la ultraderecha a la derecha
El nacionalismo de los gemelos Kaczynski, de raíces fundamentalistas católicas, creó problemas a su política exterior, roces con sus vecinos ruso y alemán, y recelos de los campesinos polacos que reciben actualmente subvenciones de la Unión Europea (UE). Los gemelos se caracterizaron por perseguir a cualquiera que hubiera tenido alguna responsabilidad en el régimen anterior o manifestara inclinaciones sexuales al margen de la ortodoxia católica. Vetaron cualquier acuerdo con Rusia, además de acusar a Ángela Merkel y a Vladimir Putin de repartirse Polonia, como habían hecho Stalin y Hitler en el pacto Ribbentrop-Molotov, perjudicando con estas maneras a sectores agrícolas polacos que venden en aquellos dos países.
También decidieron darle la paliza durante estos dos años pasados a la conservadora Unión Europea con batallas políticas, algunas de ellas extravagantes. Varsovia propuso la restauración de la pena de muerte, rechazó la carta europea de derechos fundamentales, congeló la adopción del euro (una obligación asumida por su ingreso en la UE), exigió que se contabilizaran los muertos polacos en la guerra mundial (1939/45) para calcular el voto en las instituciones comunes. Unos días antes de perder las elecciones, los Kaczynski bloquearon el establecimiento del día europeo contra la pena de muerte porque quedaban fuera el aborto y la eutanasia, a los que ellos consideran formas de pena capital.
Donald Tusk, cuya Plataforma Cívica cuenta ahora con el 41.4% de los votos y 209 escaños, inició su carrera política en los círculos de Solidaridad, como casi todos los líderes políticos polacos desde 1989. Le bastó expresar el malestar nacional con los gemelos para atraerse un alto porcentaje de apoyo político ciudadano. Naturalmente, prometió mejorar las relaciones exteriores tanto con la UE como con Rusia y Alemania, lo que de alguna manera significa un distanciamiento relativo de Estados Unidos. Por una parte, Tusk anunció la salida el año próximo de las tropas polacas destinadas en Irak, así como el cuestionamiento de su participación en Afganistán. Quiere obtener ventajas del establecimiento de los escudos antimisiles estadounidenses, renegociándolo con Washington, pero no denunciar ese acuerdo ni romper con la OTAN.
Este licenciado en Historia se define como hombre moderado, nada oportunista y de principios. Lo que no constituye obstáculo alguno para prometer el imposible regreso de dos millones de polacos económicamente exiliados o para tomar la decisión de casarse con su señora según el rito de la Iglesia católica tras 30 años de matrimonio civil, “como gesto de aproximación a la religión en un país en el que el 90% de la población es católica”, informó la agencia Efe. Lo dicho. Polonia pasó de la extrema derecha a la derecha liberal la misma semana en que Suiza recorría la misma autopista pero en dirección contraria. Excelente.
Rafael Morales
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0