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Homenaje a Jaime O'Shanahan por Jaime Sáenz Peñate

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Sin duda, escribimos desde el afecto que, como a tantos, nos inspiró. Y lamentamos no estar a la altura que la glosa a su persona merece, pero su incansable y militante callado quehacer a favor de nuestra identidad nos obliga a participar un algo en su afectuoso y ejemplarizante recuerdo.

Sencillo, caballeroso en su trato, elegante en todo su constante andar con nuestra gente por campos y calles canarias. Observador continuo de cuanto podía conservarse, mejorarse, hacerse de forma sencilla solo con ganas y amor a la tierra. Sobre todo con lógica absoluta hacia que nos percatáramos del valor de aquel dintel de cantería, de la belleza de un tejado canario y los verodes afincados en él, de lo mansos que pueden llegar a ser los tan absurdamente temidos y masacrados lagartos canarios. Vocacionalmente educador, no descansaba en conversarnos continuamente en pro de la defensa de nuestras cosas, que mediante su entrañable pedagogía contagiosa llegaba

fácilmente a chicos y grandes.

Sensible a la problemática infantil, evitó que en el Colegio Castilla, de cuyo APA formó parte, se repartiera por navidades propaganda de juguetes del Corte Ingles, consciente de los desconsuelos que a los niños menos pudientes de la zona pudiera crear.

A los chinijos, los sacaba en falúa para que conocieran el Muelle y su historia. Los llevaba a los alpendres para mostrarles el verdadero origen de la leche del tetrabrik y gozaba con la sorpresa de tantos al aprender quien fabricaba verdaderamente la leche auténtica.

Enamorado ferviente de nuestra forma de hablar, de la riqueza de nuestro léxico, insistía continuamente en la necesidad de conservarlo vivo, de respetarlo, defenderlo de esa aculturación en la que tan fácilmente caen los acomplejados por el síndrome del colonialismo, considerándose con más pedigrí al endilgarnos los forzados “vosotros”, y la “c” y la “z” tan mal hilvanadas las más de las veces.

Su lucha silenciosa respaldando a Sventenius por la consecución de el Jardín Canario fue dura pero incansable. Las dificultades puestas a Sventenius tras un cambio en la presidencia del Cabildo Insular le supuso grandes disgustos, especialmente cuando el derecho de pernada permitía la prevaricación analfabeta de algún allegado a la jerarquía cabildicia, con la caza de conejos en el recinto. También le fue arduo conseguir el retorno definitivo de aquel sabio sueco enamorado de nuestra flora, y un gran disgusto la trágica perdida del admirado amigo y cómplice en la elaboración de esa digna obra de internacional relevancia. Lograr que un alumno aventajado del Profesor Sventenius continuara sus trabajos, fue otro de sus quehaceres.

Siendo Perito del Cabildo, plantó de algarroberos y acebuches las cunetas de la carretera de Agüimes a Temisas. Los cambios en las alturas del Cabildo son culpables del posterior abandono en el cuido de lo plantado, no obstante, pese a los muchos que se perdieron han sobrevivido bastantes que dan fe y son ejemplo de lo que se puede hacer pensando con respeto en la tierra de uno. Hoy día se pueden apañar aceitunas del país en los ejemplares supervivientes. Su teoría, con esa contribución al agro canario, trataba de aportar ejemplo de lo factible en las orillas de las carreteras en lugar del secante eucaliptos, que tan gravemente viene colonizando mucho de nuestros montes y

especialmente los fondos de nuestros barrancos, en sigilosa busca y captura del agua bajo sus lechos.

Los restos que nos quedan del algarrobo que resiste en la orilla izquierda de la carretera a Bandama, escaparon a la vandálica sierra gracias a su urgente intervención, los otros ya habían caído. También luchó por salvar el enorme drago vecino del Molino de Agua de Tafira, caído posiblemente por más obras irrespetuosas en el camino contiguo. La peligrosa situación en que se encuentra el Drago de Pino Santo, gracias también a la mano humana y posterior falta de atención y abandono, fue otra de sus preocupaciones.

Como padres y abuelos de familia numerosa, el matrimonio Jaime O'Shanahan Bravo de Laguna-Mercedes Juan Gómez nos ha aportado una amplia y digna continuidad de la saga que, como no podía ser de otra forma, continúan brindándonos ese heredado trato cívico y afectuoso que nos depararon, como tantos O'Shanahan anteriores, su hermano Rafael o su sobrino Alfonso. Lástima que en esta tan maltratada tierra nuestra, la mayoría de los reconocimientos válidos se hagan a título póstumo y no de forma personal, se pongan nombres foráneos a puentes, túneles, calles y plazas en detrimento de nuestra toponimia o de nuestra gente relevante. Lástima que corra la cómplice tinta por resaltar los de foráneos perpetuos bien apoltronados en este Archipiélago, pero incapaces de integrarse en nuestra realidad como pueblo.

Cuando se decía atrevidamente que los indígenas canarios habían desaparecido, pues sus apellidos eran con notables excepciones todos foráneos, no se tenia en cuenta el como estos, impuestos y por necesidad de la supervivencia tras la colonización, suplantaban a los originales isleños o como posteriormente, por el buen hacer generacional de sus portadores, los O'Shanahan y tantos otros, se han integrado para convertirse en nuestros.

En el caso de la ascendencia matrilineal de Don Jaime, el árbol genealógico de la familia se remonta al siglo XIV con Gumidafe y Andamana, padres de Artemi Semidán, cuya victoria de 1402 en Arguineguin sobre las tropas hispano-normandas de Jean de Bethencourt, le costó la vida pero le valió a la isla el título de Gran.

La personalidad de Jaime O'Shanahan merece que resaltemos como ejemplarizante civismo el cómo fue, y cuanto y como lucho por todo lo nuestro. Valga reiterar como ejemplo su bregar por la creación del Jardín Canario, de relevancia e interés mundial o su defensa a favor de El Museo Canario, tan oficialmente abandonado a su suerte, a pesar de ser o quizás por ello, exponente y contribución importantísima de nuestra identidad a la cultura de los pueblos del Mundo.

No abandonemos oficialmente (la ciudadanía sí la valora merecidamente) la memoria de este gran canario Ilustre, porque su ejemplar compromiso con nuestra tierra merita ser ampliamente reconocido, expandido y recordado. Como hijos de esta tierra, haciendo honor a su memoria nos honraremos.

Vaya con esto nuestro mucho afecto a toda la familia O'Shanahan.

*Miembro de Solidaridad Canaria

Jaime Sáenz Peñate

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